Cómo implementar una nueva área laboral

La implementación se ha descrito de formas diversas: como un proceso conceptual, un resultado final prefijado, una parte de un proceso de diseño o una serie de acciones concretas que deben desplegar los responsables técnicos. Con frecuencia, se asocia una práctica de recursos humanos «implementada» con una práctica de recursos humanos que se ha «aplicado con éxito» o «de forma efectiva», sin atender al proceso que ha llevado a obtener el resultado final.
Las prácticas de implementación de los recursos humanos pueden cambiar totalmente el ciclo de vida del proceso para alcanzar los objetivos de la estrategia empresarial. Y es que cuando los directivos responsables y los empleados negocian las acciones que deben llevar a cabo para alcanzar sus resultados individuales, podrían surgir problemas que requieran adaptar dichas prácticas.
Definir la implementación de los recursos humanos simplemente como una acción exitosa o no exitosa ignora la posibilidad de que se hayan identificado obstáculos durante dicha implementación, se hayan abordado y se hayan logrado resultados positivos.
En este proceso, que ha de ser necesariamente fluido, considerar exitosa la implementación de los recursos humanos tomando solo como referencia criterios definidos de antemano no proporciona necesariamente una visión precisa de sus avances o de sus logros. En consecuencia, para valorar la efectividad –o el fracaso– del proceso de implementación de los recursos humanos, es preciso identificar los elementos que intervienen en él.
La implementación de los recursos humanos es un proceso dinámico que empieza con la decisión de introducir una nueva política o práctica de recursos humanos (o un cambio significativo en una ya existente). En el curso de esta introducción, intervienen diversos actores relevantes de los recursos humanos (responsables técnicos, especialistas de recursos humanos, empleados en contacto directo con los usuarios) para aplicar dicha política o práctica, que interaccionan entre ellos e intentan perfilarla para ajustarla a sus requisitos y necesidades, hasta que se convierte en una rutina. A partir de una definición de la implementación de la gestión de los recursos humanos, puede medirse su efectividad cuando los actores correspondientes de la organización aplican una determinada política o práctica de recursos humanos de forma coherente y hábil, y de una manera congruente con su propósito original, aun cuando dicha política o práctica se vea modificada durante el proceso de implementación.
De nuevo, es preciso hacer aquí varias consideraciones para entender mejor la definición que se propone.
IMRG