Japón busca atraer talento extranjero, pero enfrenta barreras por altas comisiones de intermediarios
En un contexto marcado por la grave escasez de mano de obra local, Japón intensifica sus esfuerzos para atraer talento extranjero y cubrir vacantes en diversos sectores económicos. Sin embargo, un obstáculo importante son las altas tarifas que las agencias intermediarias cobran a los trabajadores, lo que dificulta el acceso al empleo en el país asiático.
Según una encuesta realizada por el Ministerio de Trabajo japonés a 11.629 trabajadores extranjeros y 3.534 empresas, el 51,5% de los encuestados encontraron su trabajo en Japón a través de agencias de empleo o agentes en sus países de origen. Estas agencias cobran tarifas elevadas, donde el 23% de los encuestados reportaron haber pagado entre 1.200 y 2.400 euros, y un 13,2% incluso más de 6.000 euros para obtener empleo.
Principales desafíos para los trabajadores extranjeros
Además de las altas comisiones, la encuesta destaca que el 14,4% de los trabajadores enfrenta problemas laborales, y un preocupante 16% no sabe a quién acudir en busca de ayuda. Esto refleja una necesidad urgente de políticas que protejan y orienten a los trabajadores internacionales.
Las barreras lingüísticas también representan un desafío significativo, ya que el 44,8% de las empresas informaron dificultades de comunicación debido al desconocimiento del idioma japonés por parte de los empleados extranjeros.
Medidas del gobierno japonés
Ante esta situación, Japón está adoptando medidas sin precedentes para atraer y retener talento extranjero. Se han introducido políticas para facilitar la entrada y la integración de estos trabajadores, incluidos visados especiales como el de nómadas digitales. Sin embargo, el éxito de estas iniciativas dependerá de un esfuerzo conjunto entre el gobierno y las empresas para reducir las barreras económicas y culturales que afectan a los trabajadores extranjeros.
Con el envejecimiento acelerado de su población, Japón debe superar estos desafíos para garantizar un mercado laboral inclusivo y competitivo en el ámbito internacional.