Bolivia y su creciente riesgo país: señales de alerta para inversionistas y mercados

Bolivia atraviesa uno de sus momentos más complejos en materia de confianza financiera internacional. El país ha alcanzado, a mediados de abril de 2025, su mayor índice de riesgo país en lo que va del año, con 2.190 puntos según el EMBI (Emerging Markets Bond Index) elaborado por JP Morgan. Esta cifra ubica a Bolivia como la segunda economía con mayor riesgo de la región, solo superada por Venezuela. Este escenario refleja la desconfianza que enfrentan los acreedores e inversionistas respecto a la capacidad del país para cumplir con sus compromisos financieros.
Un contexto desafiante: factores que empujan el riesgo
El deterioro de las condiciones económicas y políticas del país ha alimentado la percepción de inestabilidad. De acuerdo con el economista Fernando Romero, la subida del índice en un 20% en abril no solo es preocupante por su magnitud, sino por la velocidad con la que se ha dado y su diferencia con respecto al promedio regional (458 puntos) y mundial (339 puntos).
Bolivia ha alcanzado su mayor indice de riesgo país en lo que va del año, con 2.190 puntos.
Entre los principales elementos que inciden en esta situación destacan:
- Problemas de liquidez en divisas, tanto para cumplir obligaciones externas como para mantener el suministro interno de carburantes.
- Dudas crecientes sobre la capacidad del Estado para pagar su deuda externa, lo que eleva la prima de riesgo exigida por los mercados.
- Uso de reservas de oro como garantía para acceder a financiamiento externo, una medida que refleja una situación fiscal cada vez más comprometida.
- Incertidumbre política y jurídica, marcada por el quiebre de alianzas entre precandidatos y la vulneración de derechos constitucionales, lo que erosiona aún más la confianza de los inversores.
Además, la inflación persistente y la escasez de dólares afectan tanto al sector público como al privado, debilitando el aparato productivo y generando un efecto devaluatorio sobre la moneda boliviana.
Comparaciones regionales: señales positivas desde Argentina y Ecuador
Mientras Bolivia enfrenta este panorama sombrío, otros países de la región han dado señales más alentadoras. En Ecuador, el triunfo electoral de Daniel Noboa y una transición política ordenada han generado confianza, reduciendo su riesgo país en un 20% durante abril. En Argentina, la administración de Javier Milei ha logrado una mejora sustancial de sus indicadores financieros: su índice de riesgo bajó un 12% gracias a la eliminación del cepo cambiario y el ingreso de importantes fondos internacionales, lo cual fortaleció las reservas del Banco Central.
El riesgo país de nuestro país ha crecido en 20% reflejando el índice más alto de ese 2025, por el momento.
Estos ejemplos muestran que el cambio político con rumbo claro y medidas fiscales contundentes pueden tener efectos positivos inmediatos en la percepción de riesgo.
Bolivia se encuentra en una encrucijada económica y política. El creciente índice de riesgo país es un reflejo directo de la falta de certidumbre institucional, política y fiscal. La recomendación de los expertos es clara: se requieren medidas inmediatas para estabilizar la economía a corto plazo y, posteriormente, reformas estructurales profundas que devuelvan la confianza a los mercados e inversionistas.
Sin acciones decididas, el país continuará alejándose de los flujos internacionales de capital, dificultando aún más la recuperación económica y el desarrollo sostenible. La credibilidad internacional, una vez dañada, no se recupera fácilmente, pero con voluntad política y coherencia fiscal, es posible revertir esta tendencia.