Ecuador enfrenta desafíos clave para adoptar inteligencia artificial en el sector público, según estudio internacional

Ecuador ocupa el puesto 104 entre 188 países en el ranking de preparación para implementar inteligencia artificial (IA) en el sector público, según un estudio realizado por la consultora internacional Oxford Insights. El informe, que analiza datos hasta 2024, alerta sobre limitaciones estructurales y de gobernanza que colocan al país entre los rezagados de la región.
Uno de los principales hallazgos del estudio apunta a las deficiencias en infraestructura tecnológica. Aunque el país cuenta con conectividad creciente y cierto nivel de equipamiento, la carencia de servidores potentes limita la capacidad de procesar grandes volúmenes de datos de forma local. Esta situación impide manejar de manera eficiente información gubernamental sensible, como bases de datos bancarios o estadísticas públicas, sin depender de servidores internacionales.
Felipe Játiva, docente de la Universidad San Francisco, aclara que este no es un problema menor: “No podemos simplemente mover los datos a servidores en Estados Unidos o Europa. Existe mucha data sensible que debe ser manejada con soberanía y seguridad”.
Estamos subestimando lo que hace la inteligencia artificial. Sin datos confiables ni una línea base, es difícil construir una política pública coherente”— Daniel Vizuete, RAM – UNESCO
Además de las limitaciones tecnológicas, el estudio subraya falta de talento humano capacitado para gestionar herramientas de IA. En el ámbito estatal, la brecha no solo afecta a personal técnico, sino también a funcionarios en áreas administrativas. “El uso de inteligencia artificial debe ir acompañado de formación específica en cada nicho. Si no capacitamos adecuadamente, no se podrá aprovechar su verdadero potencial”, señala Játiva.
La ausencia de un marco normativo claro también debilita la posición del país. Oxford Insights advierte que Ecuador no cuenta con una ley específica sobre inteligencia artificial, lo que genera vacíos en cuanto a regulación, principios éticos y lineamientos operativos. Este diagnóstico coincide con un informe de la Unesco que describe un ecosistema legal disperso en materia tecnológica.
Daniel Vizuete, miembro de la Red de Alfabetización Mediática e Informacional (RAM), un programa de la Unesco y Flacso, apunta: “Estamos subestimando la importancia de la inteligencia artificial. Sin una línea base de información confiable y sin gobernanza clara, es difícil avanzar con políticas coherentes”.
A pesar de este panorama, existen algunos avances. En abril de este año, el Ministerio de Telecomunicaciones presentó la Política Pública de Transformación Digital, un documento que plantea como meta que el 100 % de los trámites públicos estén disponibles en línea en el 70 % de las entidades de la Función Ejecutiva para 2030. La IA, se señala, será un aliado estratégico para alcanzar ese objetivo.
Mientras países como Estados Unidos, Singapur y Corea del Sur lideran la implementación de la IA en el sector público, y otros como Brasil, Chile, Uruguay y Colombia avanzan sostenidamente en la región, Ecuador aún enfrenta una encrucijada. Los próximos años serán decisivos para definir si el país logra reducir la brecha o queda al margen de una revolución tecnológica que transformará la gestión pública en el mundo.