Shell y BP en la mira: ¿se aproxima la mayor adquisición petrolera de la historia?
La industria energética mundial podría estar ante una de sus mayores transformaciones. El diario Wall Street Journal reveló que Shell mantiene conversaciones preliminares para adquirir a su competidora BP, lo que provocó un inmediato repunte del 7% en las acciones de la petrolera británica. Sin embargo, el panorama sigue siendo incierto: fuentes cercanas a las negociaciones admiten que las conversaciones son lentas y que un acuerdo aún estaría lejos de concretarse.
Mientras tanto, las acciones de Shell cayeron 1.65%, en lo que analistas interpretan como una reacción al posible impacto financiero de una adquisición de tal magnitud.
Portavoces de Shell rápidamente calificaron el informe como “especulativo”, y negaron la existencia de negociaciones para adquirir a BP en su totalidad. A su vez, fuentes citadas por CNBC descartaron la posibilidad de una compra completa y plantearon un escenario más probable: una desinversión por partes, en la que distintas unidades de negocio de BP serían adquiridas por múltiples compañías.
Esta posibilidad recortó las ganancias iniciales de BP, que retrocedieron de un alza del 7% a un 3.8% tras conocerse el informe de CNBC.
La especulación sobre la venta de BP llega en medio de una nueva ola de consolidación en el sector energético, donde grandes petroleras buscan ganar escala, reducir costos operativos y asegurar reservas estratégicas, en un entorno marcado por tensiones geopolíticas y la guerra comercial impulsada por el presidente Trump.
BP tiene un valor de mercado de 83.950 millones de dólares, por lo que cualquier operación de adquisición, considerando una prima, superaría la fusión histórica de Exxon y Mobil en 1999, que alcanzó los 83.000 millones de dólares.
Con sede en Londres, Shell es actualmente la quinta mayor petrolera del mundo por valor de mercado, mientras que BP ocupa el puesto 14 en el ranking global del sector.Aunque la operación aún no es oficial, los movimientos bursátiles y las filtraciones mediáticas colocan a estas dos gigantes energéticas en el centro del debate sobre el futuro de la industria.
