100 OBRAS DE 36 ARTISTAS BOLIVIANOS LLEGAN A LA SUBASTA SOLIDARIA DEL BCP

La obra de pintores como Alfredo La Placa, María Esther Ballivián, Raúl Lara, Mario Conde, Rosemary Mamani y José Bayro, entre otros 36 destacados artistas contemporáneos bolivianos, será parte de la subasta del BCP, que se realizará el miércoles 23 de julio en el “Gran Salón” del Hotel Casa Grande.
Los amantes del arte son convocados por octavo año consecutivo en la ciudad de La Paz, para un evento que ya es parte del calendario cultural de la sede de gobierno y que tiene como objetivo apoyar la Campaña Operación Sonrisa, una iniciativa que, desde hace más de una década, impulsa la realización de cirugías gratuitas a niños y niñas con labio fisurado y paladar hendido.
La cita con el arte y la solidaridad es el próximo miércoles 23 de julio a partir de las 19:00 horas en el Hotel Casa Grande ubicado en la calle 16 de Calacoto.
“Es una combinación afortunada de arte con solidaridad. Los artistas proponen obra con precios base atractivos y la gente pugna por hacerse de un cuadro ofreciendo montos que van a engrosar después el fondo que se tiene previsto entregar a Operación Sonrisa y así todos quedan satisfechos”, dijo el gerente General del BCP, Christian Hausherr.
Hausherr destacó el éxito que ha tenido la subasta del BCP durante casi una década no solo en La Paz, sino este año también por primera vez en la ciudad de Santa Cruz con “excelentes resultados”.
El evento se organiza en coordinación con la galería de arte Altamira, que reúne un paquete especial de obras que este año incluye dos cuadros del maestro Alfredo La Placa, así como trabajos de la pintora paceña María Esther Ballivián y del orureño Raul Lara, además de esculturas de León Saavedra y Juan Bustillos.
“Los familiares de Raul Lara han sido muy solidarios con Operación Sonrisa y por eso siempre contamos con obras de este pintor extraordinario, así como de Alfredo La Placa, cuya producción pudo apreciarse recientemente en Altamira a través de una muestra que trazó un recorrido por sus distintas etapas de creación”, explicó Ariel Mustafa, galerista y experto “martillero” de la subasta.
Centenares de personas acuden todos los años a la subasta y el entusiasmo que ponen en el proceso de adquisición de una obra se refleja, por ejemplo, en el caso de una pintura cuyo precio base era de tan solo un dólar y terminó adjudicándose en 600 dólares.
“Hay muchas anécdotas que forman parte de la historia de la subasta, pero lo más importante es el espíritu solidario que anima a galeristas, artistas y coleccionistas de arte que, con el compromiso del BCP, han aportado para que más de 5 mil niñas y niños sean beneficiados y cambien sus vidas”, concluyó Hausherr.