Uso descontrolado de IA generativa garantiza una nueva amenaza silenciosa para las empresas

La revolución tecnológica avanza a un ritmo vertiginoso, pero no siempre lo hace acompañada de normas claras y protocolos de seguridad. El Informe 2025 de Investigaciones de Brechas de Datos (DBIR) de Verizon, con la participación de SISAP como fuente regional, alerta sobre dos tendencias que están remodelando el panorama de riesgos empresariales: el aumento acelerado del espionaje corporativo y la adopción sin control de inteligencia artificial generativa en el entorno laboral.
Un incremento preocupante del espionaje digital
En el último año, los incidentes de espionaje corporativo crecieron un 163 % a nivel global. Este fenómeno ya no requiere sofisticadas infiltraciones físicas; basta con el mal uso de herramientas digitales, un dispositivo inseguro o un proveedor con controles deficientes para comprometer datos estratégicos.
El espionaje corporativo ya no requiere infiltraciones físicas o hackeos sofisticados.
En países como Guatemala, donde muchas empresas subcontratan funciones críticas —tecnología, soporte al cliente o gestión financiera—, el riesgo se amplifica, ya que el 30 % de las brechas involucra a terceros.
IA generativa sin reglas: un riesgo invisible
El estudio también evidencia que el 15 % de las empresas permite a sus colaboradores utilizar plataformas como ChatGPT desde cuentas personales, sin lineamientos claros sobre la información que se comparte. Este acceso informal abre la puerta a fugas de datos confidenciales sin que la organización sea consciente del alcance del daño.
José Amado, gerente del área de identidades digitales de SISAP, advierte que integrar nuevas tecnologías sin establecer límites claros equivale a dejar la puerta abierta al robo de información.
Recomendaciones para blindar la seguridad corporativa
SISAP, como aliado del DBIR, propone un enfoque preventivo que combina políticas internas, control de proveedores y capacitación constante:
El uso descontrolado de IA generativa puede exponer datos confidenciales, sin que la organización siquiera se de cuenta.
- Definir políticas claras sobre el uso de IA generativa en entornos corporativos.
- Auditar y supervisar la seguridad de todos los socios y proveedores externos.
- Capacitar al personal sobre riesgos emergentes como el ciberespionaje y la fuga no intencional de datos.
- Fortalecer los controles técnicos y el monitoreo para detectar brechas en tiempo real.
La prevención como inversión estratégica
En un mundo hiperconectado, prevenir cuesta menos que reparar, y las consecuencias de una brecha ya no afectan únicamente los sistemas informáticos, sino también la reputación y la continuidad del negocio.
Las empresas que adopten un enfoque proactivo frente a estas amenazas estarán mejor posicionadas para innovar de manera segura, protegiendo tanto su información como su ventaja competitiva.