OpenAI y Oracle: un contrato histórico que redefine el futuro de la inteligencia artificial

La industria tecnológica atraviesa una etapa de inversión sin precedentes, impulsada por la creciente demanda de inteligencia artificial (IA). En este contexto, el acuerdo firmado entre OpenAI y Oracle por 300.000 millones de dólares no solo marca un hito en la historia de la computación en la nube, sino que también reconfigura el mapa de poder en Silicon Valley y en los mercados financieros globale
El contrato, con una vigencia de cinco años a partir de 2027, implica un compromiso monumental: 4,5 gigavatios de capacidad energética, una cifra que equivale al consumo eléctrico de unos cuatro millones de hogares. Esta magnitud refleja el nivel de exigencia que demanda la IA de última generación y el ritmo acelerado con el que empresas como OpenAI buscan expandir su infraestructura tecnológica.
«El acuerdo de OpenAI y Oracle redefine la IA y consolida a Oracle como líder en la nube.»
Lo más llamativo es que el acuerdo supera con creces los ingresos actuales de OpenAI, lo que muchos analistas interpretan como una apuesta a futuro. Mientras algunos expertos alertan sobre una posible “burbuja tecnológica”, otros destacan que esta inversión es una señal inequívoca de cómo la IA se ha convertido en el núcleo de la competencia empresarial global.
El impacto en los mercados no tardó en hacerse sentir. Las acciones de Oracle subieron más de un 35%, lo que catapultó al índice S&P 500 a un nuevo récord histórico. Esta escalada bursátil transformó también el panorama de las grandes fortunas: Larry Ellison, cofundador de Oracle, alcanzó los 393.000 millones de dólares, superando a Elon Musk como la persona más rica del planeta, según Bloomberg.

En paralelo, Oracle proyecta que sus ingresos en servicios de nube, que actualmente bordean los 18.000 millones de dólares, llegarán a 32.000 millones en 2027 y podrían alcanzar los 144.000 millones en 2030. Estas cifras consolidan su rol como actor clave en el suministro de soluciones de IA, un terreno donde la demanda de poder computacional se ha disparado a niveles nunca antes vistos.
«Con 4,5 gigavatios de capacidad energética, la infraestructura alcanza el consumo de 4 millones de hogares.»
El acuerdo entre OpenAI y Oracle no es solo una transacción de cifras colosales; es un reflejo del cambio estructural que vive la economía digital. La inteligencia artificial ha dejado de ser una promesa futurista para convertirse en el motor de las inversiones más ambiciosas de la era moderna. Mientras algunos temen un exceso de expectativas en el sector, los gigantes tecnológicos apuestan a que la IA será la base del crecimiento económico en las próximas décadas.
Este contrato, además de posicionar a Oracle como líder en la nube, marca un antes y un después en la carrera por dominar la infraestructura que dará forma al futuro de la inteligencia artificial.