¿Funcionan realmente los aranceles? El déficit comercial de EE.UU. cae, pero México sostiene su fuerza exportadora

En medio del segundo mandato de Donald Trump, la discusión sobre la efectividad de los aranceles vuelve a tomar fuerza. Aunque la estrategia buscaba reducir la dependencia externa y equilibrar la balanza comercial, los resultados recientes muestran un panorama más matizado: mientras Estados Unidos registra una caída en su déficit comercial, México continúa consolidándose como uno de sus socios más fuertes, sin mostrar retrocesos significativos en sus exportaciones. Este escenario plantea una interrogante clave: ¿hasta qué punto las medidas proteccionistas logran realmente modificar las dinámicas comerciales?
Una caída histórica del déficit, impulsada por menores importaciones
En agosto, el déficit comercial estadounidense descendió un 23.8% respecto al mes anterior, ubicándose en 59,600 millones de dólares. Se trata del mejor resultado desde el inicio del actual periodo presidencial. Lejos de deberse a un repunte exportador, la mejora se explica principalmente por la disminución de importaciones, especialmente en rubros como materias primas (oro no monetario), productos farmacéuticos y bienes alimenticios.
Las importaciones retrocedieron un 5.1%, totalizando 340,400 millones de dólares. En contraste, las exportaciones permanecieron prácticamente estables, creciendo apenas 200 millones de dólares. Aun así, sectores como el petróleo crudo y los ordenadores registraron incrementos importantes, compensando la caída de otras categorías industriales.
“El déficit comercial de EE.UU. cayó 23.8% en agosto, impulsado sobre todo por una reducción histórica en importaciones.”
Este comportamiento refleja que, aunque los aranceles han encarecido la entrada de ciertos productos, la estructura productiva estadounidense aún depende de insumos extranjeros para abastecer sectores clave.
México mantiene su presencia dominante en la balanza comercial
A pesar de las medidas proteccionistas, México continúa siendo el país con el cual Estados Unidos sostiene su mayor déficit bilateral: 16,300 millones de dólares en agosto. La cifra se mantiene prácticamente igual que en julio, lo que evidencia que las tarifas no han frenado significativamente el flujo de exportaciones mexicanas.
Entre enero y agosto de 2025, el comercio total entre ambos países alcanzó más de 581,000 millones de dólares, consolidando una fuerte integración productiva. Las exportaciones estadounidenses hacia México sumaron 226,400 millones, mientras que las importaciones desde territorio mexicano llegaron a 354,900 millones.

Este intercambio demuestra que el vínculo comercial va más allá de impuestos y tensiones políticas. Las cadenas de suministro norteamericanas continúan siendo altamente interdependientes, sobre todo en sectores como el automotriz, electrónico y manufacturero.
Canadá reduce su déficit con Estados Unidos
Mientras México mantiene un flujo comercial robusto, Canadá muestra una relación más equilibrada. En agosto, su déficit con Estados Unidos se redujo a 3,000 millones de dólares. Aunque las exportaciones estadounidenses al país vecino aumentaron, la caída en las importaciones fue determinante para mejorar el saldo.
Este comportamiento refuerza la idea de que los aranceles generan impactos diferenciados según el tipo de industria y la composición de cada economía.
Los datos más recientes permiten extraer una conclusión clave: los aranceles pueden reducir el déficit comercial, pero no necesariamente fortalecen la capacidad exportadora ni debilitan la de los socios estratégicos. En el caso de México, la resiliencia de sus exportaciones confirma que la integración productiva en América del Norte es profunda y difícil de revertir mediante políticas de corto plazo.
“La interdependencia productiva en América del Norte sigue siendo tan fuerte que ni los gravámenes han frenado el flujo comercial.”
La contracción del déficit estadounidense parece estar sostenida más por una disminución en las importaciones —potenciada por los aranceles y el contexto económico— que por un incremento real en la competitividad exportadora. Esto abre el debate sobre la efectividad de las medidas proteccionistas como herramienta sostenible para equilibrar la balanza comercial.
En un entorno global cada vez más interconectado, la evidencia sugiere que la cooperación regional y la innovación productiva podrían ofrecer resultados más consistentes que la aplicación unilateral de aranceles.
