Herencias que Transforman: El impulso de Fundación Coca-Cola al emprendimiento gastronómico femenino en Tarija
Un programa que recupera saberes y potencia economías locales
En Tarija, un departamento reconocido por su riqueza culinaria y el protagonismo de sus mujeres cocineras, la Fundación Coca-Cola llevó adelante una nueva edición de la iniciativa “Herencias con Sabor”, un espacio que combina capacitación técnica, revalorización cultural y fortalecimiento empresarial. La actividad, desarrollada en alianza con la Fundación Creamos Juntos, contó con la participación de la chef Coral Ayoroa, quien guió a emprendedoras locales en un proceso de reflexión sobre el valor simbólico, emocional y económico de la cocina tradicional.
“Detrás de cada plato tradicional hay una historia, una mujer y un emprendimiento que merece ser fortalecido.”
Este enfoque, que integra desarrollo personal con herramientas prácticas, se ha convertido en un sello distintivo de los programas de capacitación impulsados por el Sistema Coca-Cola. Cada sesión busca conectar la identidad culinaria de Bolivia con la profesionalización de las mujeres que sostienen miles de negocios gastronómicos en los mercados, calles y barrios del país.
Un ecosistema de formación construido a lo largo de los años
El taller desarrollado en Tarija no es un hecho aislado, sino parte de una estrategia integral que el Sistema Coca-Cola ha consolidado progresivamente. El recorrido formativo comenzó con el piloto Gerente Pyme en Cochabamba y, desde entonces, evolucionó hasta incluir contenidos especializados en marketing, administración, gestión financiera, digitalización y manejo de tiendas.
A lo largo del tiempo, se sumaron iniciativas que expandieron el alcance del programa:
- Semilla Capital 1 y 2, que brindan apoyo financiero a emprendedores emergentes.
- Capacitaciones en mercados populares y pensiones, con soluciones adaptadas a la realidad de estos espacios.
- Bootcamps de Servicio Gastronómico, centrados en mejorar la experiencia del consumidor.
- Sumaq, lanzado en 2025, dirigido específicamente a mujeres propietarias de carritos de comida de calle en El Alto y La Paz, con certificación y formación orientada a fortalecer su autonomía económica.
“Ver a nuestras clientas ganar confianza y liderar sus negocios es lo que da sentido a nuestro trabajo.”
“Herencias con Sabor” se inserta en este entramado como un proyecto que no solo enseña técnicas culinarias, sino que rescata historias, prácticas y simbolismos que caracterizan a la gastronomía boliviana. La propuesta reconoce que cada plato tradicional está cargado de memoria y tradición, y que detrás de estas recetas hay mujeres que requieren visibilidad, herramientas y oportunidades reales para crecer.
Impacto empresarial y social del Sistema Coca-Cola en Bolivia
El impulso a emprendedoras gastronómicas se complementa con la presencia estructural del Sistema Coca-Cola en el país, un actor de peso en la economía nacional desde hace 83 años. Conformado por Embol, Nudelpa y Coca-Cola Bolivia, el sistema genera más de 3.000 empleos directos y alrededor de 110.000 empleos indirectos, articulando una cadena productiva que conecta plantas de producción, rutas de distribución, comercios y miles de consumidores.
Su red abarca:
- Cinco plantas de producción,
- 15 centros de distribución,
- Una flota superior a 500 vehículos,
- Más de 150.000 clientes en todo el país,
- Y alrededor de 80.000 equipos de frío instalados para optimizar la experiencia de venta.
Este alcance permite que los programas de capacitación tengan una llegada masiva y sostenida, llegando a mercados, tiendas y emprendimientos pequeños que, históricamente, han tenido menos acceso a herramientas de formación empresarial.
Además, la relación permanente con los consumidores permite identificar nuevas necesidades y adaptar la oferta de programas, lo que hace que iniciativas como “Herencias con Sabor” no sean simplemente eventos, sino acciones estratégicas con impacto social y económico medible.
Un modelo que une gastronomía, identidad y desarrollo económico
La propuesta desarrollada en Tarija ilustra un modelo de intervención que combina tres dimensiones fundamentales:
- Cultural: rescate y valoración de la cocina tradicional boliviana como patrimonio vivo.
- Económica: fortalecimiento de negocios liderados principalmente por mujeres, quienes sostienen buena parte del sector gastronómico informal.
- Social: construcción de comunidades emprendedoras que comparten aprendizajes, motivaciones y redes de apoyo.
“El Sistema Coca-Cola genera más de 110.000 empleos indirectos y acompaña a miles de emprendedores en todo el país.”
Casos observados en versiones previas de “Herencias con Sabor” muestran que, tras la capacitación, muchas participantes aplican mejoras en presentación de platos, administración del negocio, capacidad de atender mayor demanda y mayor seguridad en su labor cotidiana. Estos cambios, aunque pequeños en apariencia, generan efectos en cadena: aumento de ingresos, profesionalización del oficio y reconocimiento del rol femenino en la gastronomía local.
Reflexión final: la cocina como herramienta de empoderamiento
Más allá del despliegue logístico o la magnitud del Sistema Coca-Cola, la verdadera relevancia de esta iniciativa radica en su enfoque humano. Al fortalecer a las mujeres que sostienen la gastronomía popular, se está impulsando un sector vital para la economía local y preservando un patrimonio cultural que forma parte de la identidad boliviana.
“Herencias con Sabor” demuestra que la cocina no solo alimenta cuerpos, sino también oportunidades. Y que, cuando un programa reconoce la historia de las manos que cocinan, el impacto puede trascender el plato y convertirse en un motor de autonomía, liderazgo y crecimiento comunitario.
