Coyuntura

El agro respalda el ordenamiento económico y pide medidas urgentes para sostener la producción

Bolivia atraviesa una etapa decisiva en materia económica, en la que las decisiones adoptadas marcarán el rumbo del crecimiento y la estabilidad futura. En ese contexto, la Cámara Agropecuaria del Oriente (CAO) expresó su respaldo a las recientes medidas económicas del Gobierno, al considerarlas necesarias para corregir desequilibrios acumulados y avanzar hacia una economía más ordenada y sostenible.

Desde el sector productivo, la CAO subrayó que el campo boliviano está acostumbrado al esfuerzo y al sacrificio, y que no existen soluciones simples ni resultados duraderos sin asumir decisiones firmes. Bajo esa premisa, la institución sostuvo que “sincerar la economía” implica reconocer la realidad, ordenar las finanzas públicas y generar un entorno que permita recuperar la confianza de los actores productivos.

No obstante, el pronunciamiento advierte que las recientes disposiciones, entre ellas los ajustes en los precios de los carburantes y el incremento del salario mínimo nacional, tienen un efecto directo sobre los costos de producción agropecuaria. Este escenario, según la CAO, exige la implementación inmediata de políticas complementarias que eviten un debilitamiento del aparato productivo.

En ese sentido, el sector agropecuario planteó una agenda concreta de medidas orientadas a garantizar previsibilidad y competitividad. Entre las principales demandas figuran el respeto irrestricto a la seguridad jurídica y a la propiedad privada, así como el abastecimiento oportuno de diésel y gasolina para no interrumpir los ciclos productivos.

Cuando el agro avanza, Bolivia también lo hace.

Asimismo, la CAO reiteró la urgencia de aprobar eventos transgénicos que permitan elevar los niveles de productividad, levantar franjas de precios y cupos para el comercio interno, y aplicar IVA y arancel cero para la importación de maquinaria e insumos agrícolas. A estas propuestas se suman la ampliación del periodo de verificación de la Función Económica Social (FES) a diez años y la posibilidad de una conversión voluntaria de la pequeña a la mediana propiedad.

El sector agropecuario reafirmó su disposición a asumir su parte en el proceso de estabilización económica, siempre que existan reglas claras y un clima de confianza que permita seguir produciendo, invirtiendo y generando empleo y divisas para el país.

Desde la CAO enfatizaron que el productor boliviano ha demostrado históricamente su compromiso incluso en los momentos más difíciles. “Ordenar la economía es un paso necesario”, señala el documento, destacando que con diálogo, previsibilidad y respaldo a quienes producen, Bolivia puede superar la coyuntura actual.

El pronunciamiento concluye con un mensaje claro: el desarrollo del país está estrechamente ligado al desempeño del campo. Cuando el agro avanza, Bolivia también lo hace.

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