Tecnología

Alexa tiene un truco oculto para medir la velocidad de tu WiFi sin instalar apps

Alexa se ha convertido en parte habitual de muchos hogares gracias a su capacidad para ejecutar tareas cotidianas con simples comandos de voz: desde encender luces hasta reproducir música o crear recordatorios. Sin embargo, una de sus funciones más útiles pasa desapercibida para la mayoría: puede medir la velocidad real de tu WiFi sin instalar aplicaciones adicionales.

Según destaca 20minutos, esta herramienta viene integrada en la aplicación del asistente y permite comprobar si tu conexión funciona como debería, algo especialmente importante en una época en la que el teletrabajo, las videollamadas o el streaming dependen por completo de una red estable.

Los dispositivos de la familia Echo, como el Echo Dot o el Echo Show, son el centro del ecosistema conectado de Amazon. Además de gestionar electrodomésticos y otros elementos inteligentes, incorporan opciones avanzadas que muchos usuarios desconocen.

La principal ventaja de esta función es que simplifica un proceso que normalmente requiere apps, páginas externas o conocimientos técnicos.

Entre ellas se encuentra la prueba de velocidad WiFi, una función nativa dentro de la app que permite verificar si la red alcanza los valores que promete tu proveedor. No requiere comandos especiales ni configuraciones complejas: basta con acceder desde el móvil.

Desde el punto donde está colocado el altavoz, la prueba mide el rendimiento real de la red —tanto de subida como de bajada—, lo que convierte al Echo en un sensor perfecto para saber si la señal llega con fuerza o si se debilita en ciertas habitaciones.

El proceso se realiza desde la aplicación móvil de Alexa y es extremadamente sencillo:

  1. Abre la app Alexa.
  2. Entra en Dispositivos.
  3. Selecciona Echo y Alexa.
  4. Elige el altavoz Echo desde el que quieres hacer la prueba.
  5. Ve a Configuración.
  6. Entra en Red WiFi.
  7. Toca en Realizar prueba de velocidad.

En cuestión de segundos verás los resultados de la conexión. Si cambias el Echo de lugar y repites el test, podrás comparar la cobertura entre zonas y detectar dónde el WiFi pierde fuerza.

Este truco es especialmente útil para decidir si conviene mover el router, instalar repetidores o reorganizar los espacios para mejorar la conectividad.

La ventaja principal de esta función es que simplifica un proceso que normalmente requiere apps, páginas externas o conocimientos técnicos. Además, como el test se ejecuta desde un dispositivo que forma parte del ecosistema IoT del hogar, refleja el rendimiento real que experimentan cámaras, bombillas inteligentes, enchufes o asistentes.

En casas con muchos aparatos conectados, saber qué rincones tienen peor señal permite evitar microcortes, caídas en videollamadas y problemas de sincronización con la domótica.

Lo que empezó siendo un asistente orientado al entretenimiento ha evolucionado hasta convertirse en un centro de control del hogar inteligente. Hoy, desde un Echo puedes:

Puede medir la velocidad real de tu WiFi sin instalar aplicaciones adicionales.

  • Supervisar la calidad de tu conexión,
  • Administrar dispositivos,
  • Configurar redes,
  • Ajustar sistemas de climatización,
  • E incluso gestionar funciones de seguridad.

La prueba de velocidad integrada es un ejemplo claro de cómo estos asistentes han dejado de ser simples herramientas de voz. Ahora son plataformas que ayudan a mantener la casa conectada, ordenada y funcional.

En un entorno donde cada dispositivo depende de una buena señal, medir la calidad del WiFi ya no requiere conocimientos técnicos ni aplicaciones externas. Solo un altavoz Echo, la app de Alexa y unos segundos para verificar si tu red realmente está a la altura.

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