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Amazon 2025: Reestructuración para moverse con la agilidad de una startup

En 2025, Amazon vuelve a ser noticia por una decisión que, aunque polémica, refleja la transformación profunda que atraviesan las grandes corporaciones ante el avance de la inteligencia artificial. La empresa anunció la reducción de alrededor de 14.000 empleos corporativos a nivel mundial, una medida que no responde a problemas financieros, sino a una estrategia de renovación estructural para recuperar la velocidad, la autonomía y la cultura de innovación que caracterizaron sus primeros años.

La directiva de Amazon, encabezada por su CEO Andy Jassy y la vicepresidenta sénior de Experiencia de Personas y Tecnología, Beth Galetti, sostiene que el propósito de esta reestructuración es que la compañía funcione “como la startup más grande del mundo”. Detrás de esa frase se encuentra una idea central: eliminar capas jerárquicas, reducir la burocracia y promover equipos con mayor capacidad de decisión.

“Queremos operar como la startup más grande del mundo: rápida, conectada y con menos burocracia.”

Este movimiento no busca achicar la empresa, sino reorientarla hacia una estructura más flexible, capaz de responder al ritmo acelerado que impone la inteligencia artificial en los procesos de innovación. En lugar de mantener una arquitectura corporativa tradicional, Amazon pretende operar con células de trabajo más autónomas, responsables y conectadas directamente con los clientes.

Paradójicamente, los despidos llegan en un momento de crecimiento. Amazon continúa registrando buenos resultados financieros y consolidando sus negocios principales. No obstante, la empresa considera que su tamaño actual podría convertirse en un obstáculo para mantener la agilidad competitiva. En este contexto, los ajustes no se interpretan como un signo de debilidad, sino como una búsqueda de eficiencia organizacional.

Además, mientras reduce puestos en áreas administrativas o intermedias, la compañía incrementará sus contrataciones en sectores estratégicos vinculados con inteligencia artificial, desarrollo tecnológico y atención al cliente. La apuesta, por tanto, no es recortar, sino redistribuir talento hacia los ámbitos con mayor potencial de impacto futuro.

En el comunicado interno, Galetti destaca que la inteligencia artificial representa la tecnología más transformadora desde la irrupción de Internet. Este reconocimiento marca un punto de inflexión: las empresas que no adapten su estructura y procesos a esta nueva realidad corren el riesgo de quedarse rezagadas.

“Esta generación de inteligencia artificial es la tecnología más transformadora desde Internet.”

Amazon parece entender que, para aprovechar la IA plenamente, necesita un modelo de gestión más horizontal, donde las decisiones se tomen más rápido y las ideas innovadoras no se pierdan en la cadena jerárquica. De hecho, los cambios apuntan a crear un entorno donde la autonomía impulse la creatividad y la velocidad operativa se convierta en ventaja competitiva.

Aunque el ajuste afectará a miles de empleados, Amazon busca manejar la transición con medidas de apoyo concretas. Los trabajadores contarán con un periodo de 90 días para postular a otros puestos dentro de la empresa, además de recibir compensaciones, servicios de recolocación y beneficios de salud. Esta política busca equilibrar la eficiencia corporativa con la responsabilidad social, evitando un impacto abrupto sobre su capital humano.

La proyección hacia 2026 es clara: Amazon pretende seguir expandiendo su presencia en los sectores de innovación tecnológica y servicios basados en inteligencia artificial. Sin embargo, este crecimiento se apoyará en una organización más ligera, donde la toma de decisiones sea más descentralizada y las jerarquías menos rígidas.

“Reducir capas jerárquicas y aumentar la responsabilidad nos permitirá avanzar al ritmo de nuestros clientes.”

En palabras del propio comunicado, la compañía busca “fortalecerse reduciendo capas y redireccionando recursos hacia sus mayores apuestas”. Esa filosofía resume la intención de reinventarse desde dentro, sin renunciar a su escala global, pero adoptando el dinamismo que caracteriza a las empresas emergentes.

El caso de Amazon refleja un fenómeno que marcará el futuro de las grandes corporaciones: la necesidad de combinar la estructura de una multinacional con la agilidad de una startup. En un entorno donde la inteligencia artificial redefine la velocidad de innovación, sobrevivir no depende solo del capital o de la tecnología, sino de la capacidad para adaptarse rápidamente a los cambios.

Amazon no está recortando su fuerza laboral por crisis, sino por estrategia. Su apuesta por la simplificación organizacional y la eficiencia anticipa un nuevo modelo de gestión empresarial: uno en el que las empresas globales deben pensar como startups para seguir liderando la disrupción tecnológica que ellas mismas ayudaron a crear.