MANAGEMENT EMPRESARIAL

ANIV y Cancillería unen esfuerzos para potenciar las exportaciones de vinos y singanis bolivianos

La vitivinicultura boliviana da un paso estratégico hacia la internacionalización. Tras más de un año de trabajo conjunto, la Asociación Nacional de Industrias Vitivinícolas (ANIV) y el Ministerio de Relaciones Exteriores firmaron un convenio que busca fortalecer la promoción de vinos y singanis en los mercados internacionales. Este acuerdo no solo simboliza la apertura de nuevas oportunidades comerciales, sino también el reconocimiento del potencial de una industria que se ha convertido en embajadora del sabor y la identidad boliviana.

El convenio firmado entre la ANIV y la Cancillería establece un marco de cooperación estatal destinado a impulsar la presencia del sector vitivinícola tanto en ferias internacionales como en misiones empresariales y degustaciones organizadas por las embajadas bolivianas.
Liz Arancibia, presidenta de ANIV, destacó que el acuerdo fue resultado de un proceso prolongado, marcado por la voluntad de las partes y los desafíos de la burocracia estatal. “Este es un marco de apoyo que define la línea de cooperación con la industria vitivinícola, no solo del Valle Central de Tarija, sino también de otras regiones productoras del país”, señaló.

“Este es un marco de apoyo que define la cooperación estatal con la industria vitivinícola de todo el país.” — Liz Arancibia

Por su parte, la ministra de Relaciones Exteriores, Celinda Sosa, subrayó que este esfuerzo se enmarca en la política exterior económica del Estado boliviano. La Cancillería asume el compromiso de brindar respaldo institucional mediante sus representaciones diplomáticas, facilitando la participación en eventos globales, el envío de muestras promocionales y el posicionamiento de la oferta exportable.

El impacto de esta alianza ya tiene antecedentes positivos: los vinos y singanis bolivianos han obtenido más de 35 medallas internacionales, consolidando su prestigio en certámenes de gran exigencia. Estos reconocimientos no solo validan la calidad de la producción nacional, sino que también abren puertas para competir en mercados donde la autenticidad y el origen son factores de valor.

Además del impulso comercial, el convenio contribuye a fortalecer la imagen país, promoviendo el consumo responsable y la apreciación de productos con denominación de origen. En un contexto en el que la diversificación económica se vuelve urgente, el sector vitivinícola se proyecta como un ejemplo de articulación público-privada con visión de largo plazo

El acuerdo entre ANIV y la Cancillería representa un hito para la vitivinicultura boliviana. Más que un documento protocolar, es una estrategia de país que combina diplomacia económica, calidad productiva y proyección internacional. Si se logra consolidar la cooperación institucional y aprovechar la red de misiones diplomáticas, los vinos y singanis bolivianos podrán no solo conquistar nuevos paladares, sino también posicionarse como un emblema del esfuerzo y la excelencia nacional.
El desafío ahora es transformar este compromiso en resultados tangibles que fortalezcan las exportaciones, la competitividad y la reputación del país en el escenario global.

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