BCB alerta sobre la fragilidad de las reservas: solo $us 75 millones están en divisas y pide dejar de depender del oro

El Banco Central de Bolivia (BCB) reveló el estado actual de las Reservas Internacionales Netas (RIN), mostrando una alarmante caída de las divisas líquidas. Del total de $us 3.167 millones reportados a noviembre de 2024, únicamente $us 75 millones corresponden a billetes en dólares disponibles para operaciones inmediatas. El resto se concentra principalmente en oro, lo que genera vulnerabilidad financiera y limita la capacidad de respuesta del país.
Reservas reducidas y composición engañosa
El presidente del BCB, David Espinoza, explicó que las RIN, que en 2019 alcanzaban $us 6.468 millones, descendieron hasta $us 1.709 millones en 2023, para luego mostrar una recuperación parcial este año. Sin embargo, advirtió que esa mejora “es engañosa”, dado que la mayor parte del saldo corresponde a oro, no a divisas de uso inmediato.
Espinoza recordó que las divisas se desplomaron de $us 709 millones en 2022 a $us 166 millones en 2023, hasta llegar al actual mínimo de $us 75 millones, monto que apenas cubriría alrededor de 10 días de importación de combustibles, según los analistas.
Se requieren medidas estructurales, no anuncios.
El titular del BCB atribuyó esta situación a la política económica del gobierno anterior, que —afirma— agotó el respaldo en moneda extranjera y dejó al país dependiendo casi exclusivamente del oro.
Transparencia y análisis económico
Con la reactivación de la Información Estadística Semanal (IES) del BCB, suspendida desde 2023, los economistas destacan un avance hacia la transparencia. Carlos Aranda, del Centro de Estudios Populi, señaló que la publicación frecuente de datos permite seguir de cerca variables clave como las RIN, los agregados monetarios y el balance del Banco Central, reduciendo drásticamente los rezagos informativos.
“La disponibilidad de información de alta frecuencia mejora la eficiencia del mercado y permite decisiones más oportunas”, resaltó Aranda.
A pesar de ello, Fernando Romero advirtió que los datos fiscales y de reservas “son preocupantes”, destacando que el incremento reciente del 2% en las RIN se debe únicamente al valor del oro, no a una mejora de la liquidez.
El oro: activo valioso, pero no líquido
El BCB informó que el país cuenta con 22,9 toneladas de oro, distribuidas en bancos de Alemania, Reino Unido, Suiza, Estados Unidos y entidades locales, además de 2,6 toneladas en tránsito. Sin embargo, 6,6 toneladas están pignoradas, es decir, usadas como garantía en operaciones que Espinoza calificó de “atípicas”, realizadas con poca claridad normativa.
El economista Aranda señaló que, según los lineamientos internacionales (MBP6 del FMI), el oro comprometido debería restarse del cálculo de las RIN, lo que significa que la posición neta publicada estaría sobreestimada. Asimismo, Romero consideró que las toneladas en tránsito tampoco deberían contarse como reservas disponibles.
Espinoza admitió que el BCB tuvo que comprar y exportar 56,3 toneladas de oro en los últimos años para obtener divisas y cubrir necesidades urgentes de liquidez.
Déficit fiscal: una presión adicional
Los analistas coincidieron en que el déficit fiscal continúa agravándose. Romero señaló que el país acumula once años consecutivos de déficit y que las cifras proyectadas para 2025 escalan de Bs 37.500 millones a Bs 50.000 millones en las revisiones recientes.
A su criterio, de mantenerse esta tendencia, aumenta el riesgo de un episodio inflacionario más severo, incluso con potencial de hiperinflación. “Se requieren medidas estructurales, no anuncios”, enfatizó.
Aranda añadió que la indisciplina fiscal y el financiamiento monetario del gasto público son factores que elevan los riesgos de default o crisis inflacionaria. Para él, la solución pasa por un Programa Fiscal Financiero coordinado entre el Ministerio de Economía y el BCB, con ajustes creíbles que reduzcan la dependencia del financiamiento interno.
Reacciones políticas y sociales
El secretario ejecutivo de la COB, Mario Argollo, pidió una auditoría independiente sobre la administración del oro, afirmando que es “patrimonio de los bolivianos” y clave para la estabilidad financiera. Cuestionó, además, la confiabilidad de las cifras oficiales y propuso que organizaciones sociales participen en las auditorías para evitar el uso político de la información.
Desde el ámbito legislativo, el senador Abdón Porcel advirtió que la situación actual puede afectar la calificación de riesgo país, ya que las reservas no cumplen plenamente con los estándares mínimos establecidos. También alertó sobre un posible incremento inflacionario superior al 30%, muy por encima de las cifras oficiales.
Porcel criticó la intención del BCB de hacer más líquidas las reservas de oro, alertando sobre la posibilidad de repetir errores del pasado sin un análisis profundo.
Revisión normativa sobre el oro
Del total de $us 3.167 millones reportados a noviembre de 2024, únicamente $us 75 millones corresponden a billetes en dólares disponibles para operaciones inmediatas.
Espinoza planteó que la Asamblea Legislativa revise la norma que mantiene intocables 22 toneladas de oro dentro de las reservas, asegurando que esa rigidez es inapropiada desde el punto de vista financiero. Afirmó que el oro, aunque valioso, no es un activo líquido, por lo que flexibilizar su uso permitiría ampliar el margen de acción del país.
Realidad de Bolivia respecto al oro
El estado actual de las reservas internacionales revela una vulnerabilidad crítica: Bolivia cuenta con un volumen relevante de oro, pero carece de divisas líquidas para afrontar compromisos inmediatos y sostener la estabilidad cambiaria. A esto se suma un déficit fiscal creciente y señales macroeconómicas preocupantes.
La transparencia en la información es un avance, pero los analistas coinciden en que el país necesita reformas profundas, una mejor coordinación entre las autoridades económicas y una estrategia que reduzca la dependencia del oro para evitar tensiones mayores en el corto y mediano plazo.
