Bolivia abre las puertas de su industria láctea al mercado chileno: un paso firme hacia la internacionalización

En un avance significativo para el comercio agroindustrial boliviano, tres plantas procesadoras de leche en Bolivia han recibido luz verde por parte del Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) de Chile para iniciar exportaciones al país vecino. Este paso no solo simboliza un nuevo horizonte para el sector lácteo nacional, sino que también refuerza la estrategia boliviana de diversificar mercados y consolidarse en el ámbito regional.
Las plantas habilitadas para esta nueva etapa exportadora son Pil Andina de Cochabamba, Pil Andina de Santa Cruz y la planta de la Empresa Boliviana de Alimentos (EBA) en Ivirgarzama. Cada una cuenta con capacidades específicas: mientras las de Cochabamba y EBA han sido autorizadas para exportar leche UHT (procesada a ultra alta temperatura), la planta de Santa Cruz ha sido aprobada para enviar leche en polvo.
Gracias al trabajo coordinado ya tenemos el mercado abierto para exportar leche boliviana al país de Chile.
Esta autorización se produce tras un proceso de verificación técnica y sanitaria coordinado entre el Servicio Nacional de Sanidad Agropecuaria e Inocuidad Alimentaria (Senasag) y el SAG chileno, garantizando que las plantas cumplen con los rigurosos estándares exigidos por Chile, considerado uno de los mercados más exigentes en términos de inocuidad alimentaria.
El director del Senasag, Juan Miguel Quiroz, destacó que esta apertura comercial es fruto de un trabajo técnico y diplomático articulado, y representa una oportunidad invaluable para los productores bolivianos. Además, subrayó que esta acción se enmarca dentro de las políticas del Gobierno nacional que apuntan a fortalecer el aparato productivo y exportador del país.
Sin embargo, no todas las plantas obtuvieron el aval inmediato. La instalación de EBA en San Andrés de Beni deberá corregir algunas observaciones en un plazo de 60 días, mientras que la planta de EBA en Oruro quedó fuera del proceso por su reciente incorporación a la producción de leche UHT, careciendo aún de la experiencia necesaria.
Esta habilitación representa un hito en la estrategia de internacionalización de los productos lácteos nacionales.
La habilitación de estas plantas para exportar a Chile es mucho más que un logro técnico: representa un reconocimiento al nivel de competitividad que puede alcanzar la industria boliviana cuando hay coordinación, inversión y visión de futuro. En un entorno regional que exige calidad y trazabilidad, Bolivia da un paso audaz, posicionando su leche en un mercado internacional y reforzando la confianza en su capacidad de generar valor más allá de sus fronteras.
Este avance también significa una oportunidad de crecimiento para los pequeños y medianos productores, que verán ampliadas sus opciones de comercialización y mejores condiciones para sostener su producción con estándares internacionales. Bolivia comienza a escribir un nuevo capítulo en la historia de su agroindustria, y todo indica que el futuro tiene sabor a leche… boliviana.