Crisis empresarial en Bolivia informa que por cada 100 empresas registradas, 30 cierran

En medio de un renovado impulso emprendedor en Bolivia, una alarmante realidad emerge: por cada 100 nuevas empresas que logran formalizarse a través del SEPREC, unas 30 no resisten y son canceladas en ese mismo periodo. Esta cifra, reveladora y preocupante, apunta a tensiones estructurales que trastocan el ecosistema empresarial.
Factores de cierre
Según datos recientes del periódico El Deber, esta proporción equilibra un auge formal con una fragilidad persistente en el sistema económico, que consiste en que mientras nacen nuevas unidades productivas, casi un tercio desaparece rápidamente. Esta situación va más allá de números, pues refleja incertidumbre económica, regímenes regulatorios rígidos y un contexto adverso que pone en jaque la sustentabilidad de los emprendimientos.
Con una inflación que supera el 16,9 % y un déficit fiscal cercano al 10 % del PIB, el entorno financiero añade presión adicional a los emprendedores.
Entre los factores que precipitan estos cierres se mencionan:
- Inseguridad jurídica: Cambios normativos impredecibles y falta de protección robusta a la inversión limitan la capacidad de adaptación de las empresas.
- Inseguridad económica: Bloqueos y restricciones afectan el traslado de insumos y mercancías, interrumpiendo cadenas de producción y distribución.
- Excesiva regulación: La burocracia, altos costos de cumplimiento y regulaciones rígidas socavan la viabilidad, especialmente en sectores emergentes.
- Inflación galopante y precariedad fiscal: Con una inflación que supera el 16,9 % y un déficit fiscal cercano al 10 % del PIB, el entorno financiero añade presión adicional a los emprendedores.
Este panorama contrasta con los avances logrados en la formalización. En plena coexistencia entre crecimiento y fragilidad, el país enfrenta el doble desafío de mantener el dinamismo económico al tiempo que mejora la resistencia estructural de las empresas.
Contexto añadido
Para ofrecer una perspectiva más completa: en los primeros meses de 2025, el SEPREC registró 5.177 nuevas empresas, aunque muchas de estas podrían enfrentar amenazas tempranas en su supervivencia. Entre abril de 2022 y abril de 2025, se acumularon más de 48.600 nuevos registros, reflejo del entusiasmo emprendedor. Sin embargo, esta cifra va acompañada por el índice crítico de cierres, que manifiesta una falta de sostenibilidad en las etapas iniciales del ciclo empresarial.
Por cada 100 nuevas empresas que logran formalizarse a través del SEPREC, unas 30 no resisten y son canceladas en ese mismo periodo.
En algunos sectores, la situación es aún más grave: Hasta ocho de cada diez pequeñas empresas cierran antes de cumplir dos años, particularmente aquellas con modelos débiles de planificación y sin respaldo institucional fiable.
Propuestas de mejora
Bolivia se encuentra en una coyuntura dual: Por un lado, el crecimiento de nuevos emprendimientos indica una renovación del tejido productivo; pero por el otro, el alto grado de cierre prematuro expone deficiencias profundas en el entorno empresarial. La formalización a través del SEPREC, si bien es un paso crucial, no es suficiente: es imperativo fortalecer condiciones macroeconómicas estables, simplificar normas, reducir la burocracia y construir una base jurídica coherente, que permita a los negocios no solo nacer, sino también persistir y crecer.