Cuando la cerveza se convierte en postre: Ambar innova con un helado inspirado en su sabor

Una celebración que apuesta por la creatividad gastronómica
La innovación no siempre nace en los laboratorios; a veces surge del diálogo directo con los consumidores y de la reinterpretación de tradiciones. En ese cruce se sitúa la última iniciativa de Cervezas Ambar, que ha decidido transformar uno de sus productos más emblemáticos en un helado artesanal. La acción forma parte del programa con el que la marca celebra sus 125 años de trayectoria, una efeméride que ha servido como excusa para explorar nuevos formatos y experiencias alrededor de la cerveza.
“Ambar convierte su cerveza en helado como parte de una estrategia que mezcla innovación, tradición y experiencia de marca.”
Lejos de tratarse de un simple producto promocional, el helado responde a una tendencia creciente: la búsqueda de sabores inesperados dentro del universo dulce, donde ingredientes tradicionalmente salados o amargos encuentran un nuevo contexto.
Tradición local y experimentación: la alianza clave
Para materializar la idea, Ambar se apoyó en la experiencia de Helados Tortosa, una heladería histórica de Zaragoza con más de nueve décadas elaborando helados artesanales. Esta colaboración no solo refuerza el carácter local del proyecto, sino que aporta credibilidad técnica y gastronómica al resultado final.
“El lanzamiento forma parte de las acciones conmemorativas por los 125 años de historia de la cervecera.”
El proceso incluyó pruebas sensoriales y ajustes de receta hasta lograr un equilibrio que respetara el perfil de la cerveza sin perder la esencia de un postre refrescante. El resultado se tradujo en dos versiones diferenciadas: una basada en Ambar Original y otra inspirada en Ambar Radler, pensadas para distintos paladares y momentos de consumo.
Marketing experiencial y comunidad en el centro
Más allá del producto, la iniciativa destaca por su enfoque en el engagement. El lanzamiento se apoyó en un video que mezcla imágenes reales, recursos de humor y elementos generados por inteligencia artificial, mostrando el “detrás de escena” del desarrollo del helado. Esta narrativa conecta con una audiencia digital acostumbrada a formatos ágiles y cercanos.
“La colaboración con una heladería artesanal refuerza el valor local y la autenticidad del producto.”
Además, la marca activó un sorteo en redes sociales y acciones en calle, como la entrega de muestras en las inmediaciones de la heladería. Estas dinámicas refuerzan la idea de experiencia compartida y convierten el lanzamiento en un acontecimiento local con proyección mediática, alineado con la filosofía de Grupo Ágora de construir marca desde la cercanía.
Un producto efímero con impacto duradero
Disponible de forma limitada en el local de Helados Tortosa en Zaragoza, el helado de Ambar se sirve en una tarrina especial que subraya su carácter conmemorativo. Aunque su alcance geográfico es acotado, el impacto simbólico es amplio: demuestra cómo una marca centenaria puede seguir siendo relevante al reinterpretar su identidad y dialogar con nuevas formas de consumo.
En conjunto, esta acción no solo celebra un aniversario, sino que ilustra cómo la innovación, cuando se apoya en la tradición y la escucha activa del consumidor, puede transformar un producto clásico en una experiencia cultural y gastronómica diferente.
