Coyuntura

Disciplina fiscal y justicia social: el nuevo equilibrio económico que propone el Gobierno de Rodrigo Paz en Bolivia

El nuevo gobierno de Rodrigo Paz Pereira asume el desafío de reconstruir una economía debilitada, marcada por desequilibrios fiscales, falta de liquidez y desconfianza institucional. Su equipo económico plantea un viraje estructural que combina disciplina fiscal, apertura al mundo y justicia social, con el fin de devolver estabilidad y credibilidad a Bolivia tras dos décadas de un modelo centralizado.

Durante el foro Visión Bolivia 2025, el economista José Gabriel Espinoza, miembro del equipo económico del presidente electo, trazó una radiografía crítica del país. Según su diagnóstico, Bolivia enfrenta “la peor crisis económica de su historia democrática”, heredando un aparato estatal con baja eficiencia, corrupción sistémica y trabas regulatorias que frenan la inversión.

“Salir de esta crisis nos va a demandar responsabilidad moral. La estabilización debe hacerse protegiendo a los más vulnerables.”

Ante este panorama, el plan económico de Paz se apoya en tres pilares estratégicos. El primero, la apertura internacional, busca insertar a Bolivia en las cadenas globales de valor y atraer capitales que impulsen la producción nacional. Espinoza remarcó la necesidad de “competir y ganar en los mercados globales” mediante estabilidad, innovación y una mayor participación del empresariado local.

El segundo principio, la certeza y previsibilidad, pretende reconstruir la confianza de inversionistas y trabajadores a través de reglas claras y seguridad jurídica. El nuevo enfoque prioriza decisiones basadas en datos, transparencia en los contratos y respeto institucional, condiciones que —según Espinoza— son esenciales para reactivar el crédito, el empleo y la innovación.

Finalmente, el tercer eje propone una salida conjunta de la crisis, articulando el esfuerzo del Estado, el sector privado y los trabajadores. Paz promete disciplina fiscal sin sacrificar la justicia social, enfatizando que “no habrá ajustes sin equidad”. El objetivo es lograr una estabilización responsable, donde los sectores vulnerables sigan protegidos mientras el país recupera su solvencia económica.

El equipo también plantea revitalizar sectores clave como los hidrocarburos, la minería y la agroindustria, integrando sostenibilidad y tecnología, junto con un rediseño institucional que garantice equilibrio fiscal, transparencia y respeto a la ley. “Nunca más un gobierno que gaste más de lo que tiene”, subrayó Espinoza, marcando un giro hacia la responsabilidad financiera.

Con la llegada de Rodrigo Paz, Bolivia inicia una etapa de reconstrucción económica que busca equilibrar rigor fiscal con sensibilidad social. La apuesta por un Estado aliado del sector privado y un modelo basado en la confianza, la innovación y la apertura global podría redefinir el rumbo económico del país. Si logra consolidarse, este enfoque no solo restaurará la estabilidad, sino que sentará las bases de un crecimiento inclusivo y sostenible.

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