Coyuntura

Ecuador desplaza a Argentina en el ranking de riesgo país en América Latina

El tablero financiero de América Latina acaba de registrar un cambio relevante: Ecuador dejó de ocupar el tercer lugar entre los países con mayor riesgo país y pasó al cuarto puesto, superado ahora por Argentina. Este movimiento refleja tanto la tendencia de mejora en la percepción internacional hacia la economía ecuatoriana como el impacto de una nueva crisis política en el país vecino.

El riesgo país, calculado por la banca de inversión JP Morgan, es un barómetro que mide la confianza de los inversionistas en la capacidad de un Estado para cumplir con sus compromisos financieros. En términos prácticos, mientras más alto es el indicador, mayor es la desconfianza de los mercados y más costoso resulta para el país acceder a financiamiento externo.

El descenso de Ecuador al cuarto puesto y el ascenso de Argentina al tercero en el ranking de riesgo país de América Latina no es solo un cambio de posiciones, sino que es la evidencia de cómo la estabilidad política y la credibilidad institucional influyen directamente en la confianza de los mercados.

Hasta hace poco, Argentina y Ecuador compartían cifras muy similares, pero el panorama cambió en cuestión de días. Al cierre del 26 de agosto de 2025, Ecuador registró 763 puntos, mientras que Argentina escaló a 850 puntos tras la filtración de audios que vinculan a altos funcionarios con presuntos actos de corrupción en la compra de medicamentos.

De acuerdo con los últimos datos, el listado de países con mayores niveles de riesgo país en la región queda configurado de la siguiente manera:

  1. Venezuela, que se mantiene fuera de toda comparación con un índice de 16.698 puntos.
  2. Bolivia, con 1.193 puntos, aunque mostrando una mejora respecto a las semanas previas, tras las elecciones generales que redujeron la incertidumbre política.
  3. Argentina, que retrocede en credibilidad hasta los 850 puntos.
  4. Ecuador, con 763 puntos, su nivel más bajo desde el inicio del gobierno de Daniel Noboa.

La lectura es clara: aunque Ecuador todavía se mantiene en el grupo de los países con mayor riesgo, la brecha con Argentina marca un giro en la percepción regional.

El gobierno ecuatoriano ha sostenido que la reducción en el riesgo país responde a señales de confianza y credibilidad internacional derivadas de su política económica. Analistas internacionales coinciden en que, si bien el país aún enfrenta desafíos fiscales y sociales, la tendencia descendente del indicador refuerza su imagen frente a los mercados.

En contraste, Argentina enfrenta un nuevo golpe de inestabilidad. La publicación de grabaciones que revelan presuntos hechos de corrupción —con acusaciones que alcanzan a figuras cercanas al poder político— ha generado incertidumbre y desconfianza en los inversionistas, deteriorando rápidamente sus indicadores financieros.

Un ejemplo ilustrativo de cómo estos movimientos impactan en la práctica es el costo del endeudamiento externo. Con un riesgo país en descenso, Ecuador podría negociar créditos internacionales a tasas más competitivas, mientras que Argentina deberá afrontar condiciones más restrictivas en los mercados de capitales.

El riesgo país, calculado por la banca de inversión JP Morgan, es un barómetro que mide la confianza de los inversionistas en la capacidad de un Estado para cumplir con sus compromisos financieros.

El descenso de Ecuador al cuarto puesto y el ascenso de Argentina al tercero en el ranking de riesgo país de América Latina no es solo un cambio de posiciones, sino que es la evidencia de cómo la estabilidad política y la credibilidad institucional influyen directamente en la confianza de los mercados.

Para Ecuador, este resultado representa un espaldarazo a su política económica y una oportunidad para mejorar su acceso al financiamiento externo. Para Argentina, en cambio, la coyuntura actual plantea un reto urgente: recuperar la confianza perdida y demostrar que puede garantizar estabilidad en un entorno marcado por la volatilidad y la desconfianza.

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