El impacto de la Inteligencia Artificial: ¿Una revolución que beneficia o perjudica a los trabajadores?

Desde la llegada de ChatGPT en 2022, la discusión sobre cómo las nuevas tecnologías transformarán el mercado laboral se ha intensificado. La inteligencia artificial generativa, como ChatGPT, representa un avance significativo, pero no es la primera vez que una herramienta tecnológica amenaza con transformar (o incluso reemplazar) ciertos puestos de trabajo. Analizar experiencias anteriores ofrece valiosas lecciones sobre lo que podemos anticipar en un futuro cercano.
Un reciente estudio realizado por Dimitris Papanikolaou y Bryan Seegmiller, de la Kellogg School of Management, en colaboración con investigadores del MIT, exploró cómo la introducción de nuevas tecnologías ha afectado a los trabajadores y sus ingresos desde 1981 hasta 2016. Al analizar diversas ocupaciones, desde trabajos manuales hasta intelectuales, los investigadores encontraron que cuando una tecnología sustituye a los trabajadores en tareas específicas, se observa una disminución generalizada en los ingresos, sin importar la edad, nivel educativo o sector de los afectados. Sin embargo, cuando la tecnología complementa las labores humanas, los resultados son más complejos: los trabajadores con más experiencia y mayores ingresos suelen verse perjudicados, mientras que los menos experimentados tienden a beneficiarse.
Este análisis también profundizó en cómo la inteligencia artificial podría afectar a la fuerza laboral actual. Según Papanikolaou, la IA tiene el potencial de «nivelar el campo de juego» en muchas profesiones. Si la programación se vuelve accesible para todos a través de la IA, por ejemplo, los programadores experimentados podrían perder valor en el mercado laboral, ya que la competencia se amplía drásticamente. Esto sugiere que la IA podría tener un mayor impacto negativo en aquellos trabajadores con habilidades avanzadas en su campo.
Midiendo la exposición a nuevas tecnologías
Para su estudio, los investigadores utilizaron descripciones laborales detalladas y, en un giro interesante, pidieron a ChatGPT que clasificara las tareas de cada trabajo como rutinarias (fáciles de automatizar) o no rutinarias (difíciles de automatizar). Luego, vincularon estas tareas con patentes tecnológicas innovadoras emitidas entre 1980 y 2007 para evaluar si las nuevas tecnologías ahorrarían o complementarían la mano de obra. Este análisis permitió determinar qué ocupaciones están más expuestas a las tecnologías automatizadoras y cuáles a las complementarias.
Efectos en los trabajadores
Los resultados mostraron que las tecnologías ahorradoras de mano de obra tienden a reducir los sueldos y el empleo en las ocupaciones afectadas, mientras que las tecnologías complementarias pueden aumentar ambos. No obstante, al analizar el impacto a nivel individual, se revelaron dinámicas más complejas. Los trabajadores expuestos a tecnologías complementarias suelen experimentar una leve reducción en sus ingresos y un mayor riesgo de desempleo, especialmente entre los más experimentados y mejor pagados. Esto se debe a que las nuevas generaciones, menos apegadas a métodos tradicionales, son más rápidas en adaptarse a las herramientas emergentes, obteniendo así ventajas competitivas.
¿Qué esperar con la IA?
Para proyectar el impacto de la IA en el futuro laboral, los investigadores nuevamente recurrieron a ChatGPT para evaluar qué tareas pueden ser automatizadas por esta tecnología y cuáles requieren intervención humana. Los resultados sugieren que trabajos como los de administración, producción y transporte están en alto riesgo de ser reemplazados por la IA. Por otro lado, ocupaciones como la atención al cliente, suscriptores de seguros y analistas financieros podrían ver una complementación con la IA, beneficiando principalmente a los trabajadores menos experimentados mientras los más veteranos enfrentan desafíos debido a la pérdida de su ventaja competitiva.
Reflexiones finales
La investigación ofrece una perspectiva crítica sobre cómo tecnologías emergentes, como la IA, pueden reconfigurar el mercado laboral. Aunque existe un temor generalizado de que la IA reemplace empleos, es esencial distinguir entre una herramienta complementaria y un sustituto total. Además, el estudio destaca la creciente importancia de las habilidades sociales y emocionales, que la tecnología aún no puede replicar eficazmente. Por ejemplo, aunque la IA puede asistir a médicos y enfermeras en diagnósticos, difícilmente podrá reemplazar la empatía y el apoyo emocional que los pacientes necesitan.
En resumen, el avance de la tecnología continuará generando cambios significativos en la forma en que trabajamos, pero adaptarse a estos cambios y aprovechar las nuevas herramientas determinará qué trabajadores se beneficiarán en esta nueva era digital.