Coyuntura

El laberinto de la informalidad: comprendiendo el comercio invisible en Bolivia

En Bolivia, la informalidad económica es un fenómeno que, aunque ampliamente visible, sigue operando al margen del marco legal. Cada día, miles de comerciantes informales levantan sus puestos desde el amanecer, sosteniendo la economía cotidiana de familias enteras, mientras navegan un laberinto de regulaciones complejas y escasa protección institucional. Este sector, que representa más del 70% de los trabajadores bolivianos según el INE y la OIT, refleja no solo un desafío económico, sino también social y estructural, que demanda atención y soluciones inclusivas.

Un grupo de estudiantes de Derecho de la Universidad Franz Tamayo (Unifranz) decidió explorar esta realidad desde una perspectiva académica y social, identificando las barreras que impiden la formalización de los comerciantes. A través de entrevistas directas, los investigadores detectaron patrones comunes: trámites excesivamente largos, altos costos, desconfianza en las instituciones y miedo a perder ingresos. Muchos comerciantes prefieren mantener sus negocios al margen, dado que los procesos para obtener NIT o registros municipales se perciben como engorrosos y poco beneficiosos frente a sus limitados márgenes de ganancia.

“El comercio informal ha desarrollado sus propias reglas internas, jerarquías y disputas sin respaldo legal.”

La investigación reveló que el comercio informal opera con reglas propias. En mercados y plazas, los espacios de venta se asignan mediante acuerdos informales, generando jerarquías, disputas y estructuras de liderazgo internas. Aunque funcionales a corto plazo, estas dinámicas perpetúan la desigualdad y dejan a los comerciantes sin protección legal frente a decomisos o desalojos. Este “mercado dentro del mercado” demuestra la resiliencia y creatividad de los actores informales, pero también evidencia la necesidad de intervenciones institucionales más efectivas y accesibles.

A pesar de los avances tecnológicos y los esfuerzos de entidades como el Servicio Plurinacional de Registro de Comercio (Seprec), los incentivos y la cobertura para la formalización siguen siendo limitados. Los estudiantes de Unifranz proponen estrategias que transformen la formalización de una obligación en una oportunidad de crecimiento: mecanismos de incentivo fiscal, trámites simplificados y campañas de acompañamiento legal que generen confianza en los comerciantes.

Entre las iniciativas más destacadas se encuentra la creación de ventanillas únicas municipales, con asistencia legal gratuita y plazos más breves, además del acceso a beneficios tangibles como créditos, respaldo jurídico y protección en tiempos de crisis. Estas propuestas buscan que la formalización sea vista no como un castigo, sino como un paso estratégico hacia la seguridad y la sostenibilidad del negocio.

La informalidad en Bolivia no es un fenómeno aislado, sino un síntoma de desigualdades estructurales: falta de empleo formal, bajo nivel de educación financiera y complejidad normativa perpetúan un círculo vicioso. La investigación de los estudiantes invita a replantear la política pública, fomentando un entorno donde la formalización sea inclusiva, accesible y provechosa para los comerciantes.

El comercio informal en Bolivia es una realidad compleja, que combina resiliencia, creatividad y vulnerabilidad. Reconocer sus dinámicas internas y las barreras estructurales es fundamental para diseñar políticas de formalización efectivas y socialmente justas. La experiencia de los estudiantes de Unifranz demuestra que la investigación académica puede generar conocimiento con impacto real, abriendo caminos hacia soluciones que empoderen a los comerciantes, fortalezcan la economía y construyan un futuro más equitativo.

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