El nuevo liderazgo ejecutivo en Bolivia: digital, estratégico y con propósito

En el contexto actual, donde la economía y los negocios se desarrollan bajo el pulso de los datos, el perfil del ejecutivo boliviano está experimentando una transformación profunda. La formación académica y la experiencia siguen siendo valiosas, pero ya no son suficientes. Hoy, liderar implica dominar herramientas tecnológicas, interpretar datos con visión estratégica y, sobre todo, actuar con un propósito claro que conecte lo técnico con lo humano.
Un liderazgo que combina tecnología e impacto social
Para Denise Hurtado, CEO de BPO Center y Human Value, la nueva generación de ejecutivos se caracteriza por una mentalidad más digital, global y orientada a generar un impacto positivo. Ya no se trata de dirigir desde estructuras jerárquicas rígidas, sino de apostar por modelos ágiles, decisiones basadas en datos y un liderazgo colaborativo.
La clave está en traducir insights en acciones con propósito, y que las herramientas digitales deben usarse con coherencia estratégica.
Su diagnóstico es contundente: más del 80% de las pymes bolivianas ya invierten en tecnología, una señal de que la transformación digital está en marcha. Esta transición no solo redefine procesos internos, sino también la forma en que se toman decisiones: la ciencia de datos permite anticiparse a tendencias, evaluar riesgos con mayor precisión y establecer estrategias de largo plazo. Además, la sostenibilidad deja de ser un concepto aspiracional para convertirse en un eje central de la gestión empresarial.
Un ejemplo de esta evolución es el uso de inteligencia artificial en procesos de reclutamiento, optimizando la selección de talento y asegurando que cada incorporación responda a un plan estratégico más amplio.
De lo técnico a lo humano: la ventaja del nuevo ejecutivo
Mónica Dupleich, CEO de BM Group, subraya que el conocimiento técnico ya no es un valor agregado, sino un requisito mínimo. Herramientas como Python, R o Power BI se han convertido en parte del lenguaje diario de los líderes que buscan transformar datos en decisiones estratégicas.
No obstante, Dupleich insiste en que la verdadera ventaja competitiva no está solo en manejar la información, sino en interpretarla con inteligencia emocional. Un modelo predictivo puede anticipar comportamientos de mercado, pero es el juicio humano el que decide cómo actuar ante esos resultados. Para ella, los algoritmos deben servir para potenciar a las personas, no para reemplazarlas.
La comunicación como puente estratégico
Desde el ámbito de la comunicación corporativa, Carola Aguilera, estratega en identidad digital, aporta otra perspectiva clave: la integración de tecnología en la toma de decisiones diarias. Plataformas de automatización e inteligencia de datos han permitido no solo agilizar campañas, sino también fortalecer el vínculo con audiencias internas y externas.
Más del 80% de las pymes en Bolivia ya invierten en tecnología, lo que demuestra que la transformación está en marcha.
Aguilera destaca que las herramientas digitales, cuando se utilizan con coherencia estratégica, se convierten en aliadas para transformar insights en acciones concretas. Sin embargo, advierte que la tecnología, por sí sola, no garantiza el éxito; es la combinación de dominio técnico y sensibilidad humana la que genera un liderazgo auténtico y sostenible.
Conclusión: el ejecutivo del futuro ya está aquí
El mercado boliviano no está exento de la transformación global que redefine lo que significa liderar. Los nuevos ejecutivos no solo entienden de negocios, también saben de programación, análisis de datos, comunicación digital y sostenibilidad. Integran la visión empresarial con un propósito claro y con la capacidad de inspirar, incluso en entornos de alta automatización.
En definitiva, el liderazgo en la era de los datos exige hablar el idioma de la tecnología sin perder el acento humano. Quienes logren ese equilibrio no solo dirigirán empresas, sino que marcarán el rumbo de una economía más competitiva, innovadora y responsable.