Gestión del Talento Humano

Formación corporativa cambiante en 2025: cuando los empleados son los formadores

En una era donde el cambio es la norma, las empresas están redefiniendo quién enseña y quién aprende. En 2025, el modelo tradicional donde Recursos Humanos dicta cursos está siendo reemplazado por un enfoque más dinámico y colaborativo, el cual indica que los empleados ahora lideran su propio aprendizaje. No se trata de una moda, sino de una estrategia que transforma la cultura organizacional.

El estudio The Future of Learning: 2025 Upskilling Trends & Strategies for L&D Leaders del Brandon Hall Group valida esta transformación. Revela que el 75 % de las organizaciones está alineando la formación con los objetivos del negocio, dejando atrás los cursos aislados para convertirse en diseñadores de experiencias formativas que impulsan productividad, innovación y competitividad.

Este nuevo panorama es tan poderoso que no solo permite que quien aprende también enseñe, sino que multiplica la motivación en 5,2 veces y el compromiso en un 86 %, gracias al aprendizaje colaborativo en tiempo real.

En lugar de depender de formadores externos, se valora a los empleados como mentores y promotores de conocimiento. El personal decide qué aprender, cómo y cuándo, convirtiéndose en agentes activos del desarrollo colectivo. Plataformas inteligentes equipadas con IA potencian este modelo: sugieren contenidos, conectan con mentores y recogen feedback inmediato, personalizando cada ruta de aprendizaje.

La organización deja de impartir formación para convertirse en facilitadora de comunidades internas de aprendizaje.

Los beneficios son palpables: mayor autonomía, equipos más ágiles ante disrupciones tecnológicas, mejor retención de talento y reducción de dependencias externas. La organización deja de impartir formación para convertirse en facilitadora de comunidades internas de aprendizaje.

Este modelo no es exclusivo de grandes corporaciones; las PYMEs también pueden implementarlo efectivamente, aprovechando sus recursos internos para formarse entre pares y reducir costos.

Imaginemos una empresa de software donde un desarrollador senior comparte cada viernes una sesión sobre nuevas prácticas en seguridad informática. Sus colegas aportan ejemplos de proyectos recientes, ajustan el contenido y aplican los aprendizajes en tiempo real. Gracias a una plataforma con IA, se sugieren módulos sobre nuevas vulnerabilidades basados en su rol. Esta rutina incrementa la motivación y hace que el aprendizaje fluya sin depender de cursos externos.

La presente gestión 2025 marca un punto de inflexión donde ya no es suficiente ofrecer formación típica; el verdadero impacto proviene del conocimiento compartido internamente. Al empoderar a los empleados como formadores, las organizaciones crecen desde adentro, desarrollan cultura, agilidad y competencias estratégicas. Así, el aprendizaje deja de ser un costo para transformarse en una ventaja competitiva sostenible.

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