Tecnología

Google enfrenta multas millonarias en Francia y EE. UU. por incumplir normativas de privacidad

La privacidad digital se ha convertido en uno de los temas más sensibles y vigilados en el mundo tecnológico. Google, el gigante de internet, vuelve a estar en el centro de la controversia tras recibir sanciones económicas que, en conjunto, superan los 800 millones de dólares en dos continentes. Tanto en Francia como en Estados Unidos, las autoridades han señalado a la compañía por vulnerar derechos de los usuarios en relación con el uso de cookies, la personalización de anuncios y el manejo de datos personales.

La Comisión Nacional de Informática y Libertades (CNIL) impuso a Google una sanción de 381 millones de dólares (325 millones de euros), marcando la tercera multa en apenas tres años relacionada con el uso indebido de cookies. En 2020 la cifra alcanzó los 100 millones de euros y en 2021 ascendió a 150 millones, lo que refleja un patrón de incumplimiento recurrente.

“La CNIL exige a Google cambios inmediatos, con multas de 100,000 euros diarios en caso de incumplimiento.”

El organismo francés acusó a Google de insertar cookies sin el consentimiento de los usuarios al momento de crear una nueva cuenta. Además, la sanción contempla prácticas en Gmail, donde se detectó la inclusión de anuncios sin comunicación previa ni autorización expresa de los internautas.

La magnitud del caso es notable: se calcula que en Francia existen cerca de 80 millones de cuentas activas, de las cuales 53 millones fueron expuestas a publicidad no deseada. La CNIL otorgó a Google un plazo de seis meses para adecuarse a la normativa, bajo la advertencia de una multa adicional de 100.000 euros diarios en caso de incumplimiento.

Mientras tanto, en San Francisco, un tribunal federal dictó una sanción aún mayor: 425,7 millones de dólares. La demanda colectiva, presentada en 2022, sostiene que Google continuó recopilando datos de 98 millones de usuarios estadounidenses pese a que estos habían rechazado explícitamente la personalización de su información en servicios como Chrome, Google Maps y Google News.

Este caso apunta a un problema estructural: la falta de transparencia y el aparente incumplimiento de las preferencias de privacidad establecidas por los usuarios. Aunque Google anunció que apelará la decisión, las declaraciones de su portavoz, José Castañeda, subrayan la tensión entre lo que la empresa afirma ofrecer como control y lo que los reguladores aseguran que ocurre en la práctica.

Ambas sanciones refuerzan una tendencia global: los gobiernos y organismos reguladores intensifican la supervisión de las grandes tecnológicas para garantizar el cumplimiento de las normativas de privacidad. El caso de Google en Francia y EE. UU. podría tener un efecto cascada en otros países, alentando investigaciones similares.

“Las sanciones contra Google superan los 800 millones de dólares en menos de una semana.”

El dilema trasciende lo económico. Más allá de las multas millonarias, lo que está en juego es la confianza del usuario en el ecosistema digital. Con cada sanción, la presión aumenta sobre Google y otras empresas tecnológicas para demostrar que la innovación puede coexistir con el respeto a los derechos digitales fundamentales.

Las sanciones impuestas a Google en Francia y Estados Unidos no solo evidencian fallos reiterados en el cumplimiento de las normativas de privacidad, sino que también revelan una batalla más amplia entre la expansión tecnológica y la defensa de los derechos de los ciudadanos en línea. La resolución de estos casos marcará un precedente en la forma en que las plataformas globales deberán manejar los datos en el futuro, y servirá como termómetro para medir hasta qué punto la privacidad puede convertirse en un límite real para el poder de las big tech.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *