Tecnología

Jolla desafía el dominio de iOS y Android con un móvil Linux centrado en la privacidad

En un mercado móvil donde prácticamente todo está dividido entre iPhone y Android, Jolla vuelve a escena con una apuesta radicalmente distinta. La compañía finlandesa anunció la preventa de su nuevo Jolla Phone, un dispositivo que revive su histórico sistema operativo Sailfish OS, ahora en su versión 5, y que se presenta como una alternativa independiente construida sobre Linux. Su promesa: convertirse en el teléfono “anti-espía” preferido por usuarios que priorizan el control absoluto de sus datos.

Jolla, que alcanzó notoriedad en 2013 con su primer Jolla Phone, había quedado en segundo plano con el paso de los años. Sin embargo, tal como anticipan medios especializados como TechRadar, la marca ha decidido volver con fuerza. Y lo hace en un terreno que pocos se atreven a desafiar: la hegemonía de Android y iOS.

El renacimiento del Jolla Phone representa una oportunidad para quienes buscan un dispositivo que priorice la privacidad, la autonomía y la filosofía open source.

El nuevo dispositivo opera con Sailfish OS 5, uno de los escasos sistemas móviles que no pertenecen a Google ni a Apple. Esto lo convierte en una opción atractiva para quienes buscan salir del ecosistema tradicional, aunque también implica un reto evidente: competir con plataformas que dominan el mercado mundial.

Consciente de esa desventaja, Jolla ha incorporado compatibilidad con una gran cantidad de aplicaciones de Android. No obstante, esta integración se realiza sin acceso a Google Play, lo que obliga a los usuarios a instalar sus apps desde tiendas alternativas.

El relanzamiento de Jolla llegó acompañado de un mensaje contundente. A través de su cuenta oficial en X, la empresa afirmó que vuelve para ofrecer “algo que Europa necesita desesperadamente”: un móvil desvinculado de las grandes corporaciones estadounidenses. Con tono crítico, señalaron que tanto iOS como Android dependen de infraestructuras que recopilan información del usuario bajo sus propias condiciones.

Según la marca, los datos personales —desde hábitos de uso hasta conversaciones— terminan siendo procesados y almacenados en servidores ajenos al control del usuario. Frente a ello, Jolla reivindica una propuesta en la que el teléfono y su sistema operativo sean una propiedad real de quien lo compra, no un servicio disfrazado de producto.

Dentro de ese enfoque, el Jolla Phone incorpora elementos que casi han desaparecido en los smartphones actuales:

  • Un interruptor físico de privacidad, que permite desconectar cámara y micrófono manualmente.
  • Batería extraíble, una característica que muchas marcas han abandonado pero que facilita la reparación y prolonga la vida útil del equipo.

La empresa no ha dudado en remarcar su persistencia en un sector donde muchos sistemas operativos quedaron en el olvido. Mencionan ejemplos como Symbian, MeeGo, Firefox OS y Windows Phone, plataformas que desaparecieron pese a su potencial inicial. Para Jolla, su supervivencia demuestra la fortaleza del proyecto.

Jolla vuelve a escena con una apuesta radicalmente distinta.

Actualmente, según la propia compañía, solo cuatro sistemas operativos móviles son comercialmente viables a nivel global: iOS, Android, HarmonyOS y Sailfish OS, siendo este último el único de origen europeo.

El renacimiento del Jolla Phone representa una oportunidad para quienes buscan un dispositivo que priorice la privacidad, la autonomía y la filosofía open source. Aunque su camino para competir con los gigantes del mercado será complejo, su propuesta se diferencia por aportar una visión de soberanía digital y control del usuario poco común en el ecosistema móvil actual. Si la marca logra capitalizar esta identidad, Sailfish OS podría conquistar a un nuevo público que valora la independencia tecnológica sobre la comodidad de los sistemas tradicionales.

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