La carne boliviana conquista Egipto: oportunidades y perspectivas para el sector exportador

Bolivia ha alcanzado un nuevo hito en su industria cárnica con la reciente autorización para exportar carne al mercado egipcio. Este avance no solo representa un reconocimiento internacional a la calidad de la producción nacional, sino también una oportunidad estratégica para generar divisas y consolidar la presencia de los productores bolivianos en mercados globales. La apertura de Egipto marca un precedente importante en la diversificación de destinos de exportación, reforzando la competitividad del sector agropecuario.
El Servicio Nacional de Sanidad Agropecuaria e Inocuidad Alimentaria (Senasag) confirmó que cuatro empresas cruceñas fueron certificadas para exportar carne a Egipto. La autorización oficial incluye la homologación de los procedimientos y la emisión del certificado veterinario sanitario requerido, lo que permite a las empresas iniciar los trámites para enviar sus cargamentos. Según el director de Senasag, Richard Salas, la certificación recibida del Gobierno egipcio constituye un paso definitivo para consolidar este nuevo mercado.
«Cuatro empresas cruceñas ya están certificadas para exportar carne a Egipto, consolidando un nuevo mercado internacional.»
Actualmente, Bolivia cuenta con un cupo exportable de 44.000 toneladas, de las cuales se han enviado 28.600 toneladas a distintos destinos. La apertura hacia Egipto no solo aumenta la capacidad exportadora del país, sino que también representa una inyección significativa de divisas, un factor crucial para la economía nacional.
El presidente de la Confederación de Ganaderos de Bolivia (Congabol), Wálter Ruiz, destacó que este logro es fruto del trabajo conjunto entre el sector público y privado. Ruiz enfatizó que la carne boliviana es altamente demandada internacionalmente y que este nuevo mercado confirma la competitividad y el potencial del producto nacional en el mundo. Además, Senasag anunció que se trabaja paralelamente en la apertura de mercados en Chile, Perú y Paraguay, fortaleciendo la estrategia de diversificación de exportaciones.

Este avance evidencia que la carne boliviana no solo cumple con estándares sanitarios internacionales, sino que también puede competir en mercados exigentes, lo que proyecta un futuro promisorio para los productores y para la economía boliviana en su conjunto.
La autorización para exportar carne a Egipto representa un paso estratégico en la internacionalización de la producción boliviana. Este nuevo mercado abre oportunidades de crecimiento económico, generación de divisas y consolidación de la presencia boliviana en la arena internacional. La colaboración entre empresas, asociaciones ganaderas y entidades gubernamentales ha demostrado ser clave para alcanzar estos resultados, y la proyección hacia otros países sudamericanos y africanos podría posicionar a Bolivia como un actor relevante en la exportación de carne de calidad.