La edad no determina la productividad: por qué contratar adultos tiene ventajas

“Primero que todo quiero aclarar que la productividad de una persona no depende de su edad, sino de su actitud y compromiso”, afirma Jairo Pinilla, Director de Performia Colombia. Sin embargo, muchos empresarios aún mantienen un paradigma que los lleva a evitar la contratación de personas mayores, pese a que ellos mismos superan los 40 años y su edad no los hace menos productivos.
Participación de jóvenes y adultos en el mercado laboral
Según datos del Departamento Nacional de Estadísticas, los jóvenes entre 14 y 28 años representan una parte importante del mercado laboral. En el trimestre móvil de marzo a mayo de 2017, la tasa de participación laboral de este grupo fue del 57,9%, mientras que la tasa de ocupación alcanzó el 48,7%. Esto refleja que, aunque las empresas suelen contratar más jóvenes, los adultos continúan siendo considerados para los procesos de selección, especialmente cuando se evalúan estabilidad y productividad.
“La productividad de una persona no depende de su edad, sino de su actitud y compromiso.”
Ventajas de contratar personas adultas
La experiencia y madurez de los adultos pueden representar un gran valor para las empresas. Algunas de las principales ventajas son:
- Compromiso y estabilidad laboral: Después de cierta edad, las personas tienden a cuidar más su empleo y a analizar cuidadosamente cualquier cambio laboral.
- Experiencia acumulada: Quienes han trabajado muchos años en un mismo sector poseen conocimientos profundos que favorecen la consecución de objetivos organizacionales.
- Menor necesidad de permisos: Con hijos adultos, estos trabajadores suelen requerir menos días de ausencia por responsabilidades familiares.
- Actitud productiva: Al incorporarse a un nuevo puesto, saben que deben demostrar resultados rápidamente, pues no consideran fácil conseguir nuevas oportunidades laborales.
“Los adultos con experiencia ofrecen estabilidad, conocimiento profundo y resultados medibles en cualquier empresa.”
Rompiendo los paradigmas
Existen prejuicios comunes que no se sostienen ante la evidencia:
- Los jóvenes no son los únicos actualizados: La capacidad de mantenerse al día con tecnología o tendencias depende del estilo de vida y personalidad, no de la edad. Existen adultos activos, conectados y en excelente condición física, mientras que hay jóvenes que adoptan hábitos sedentarios o muestran resistencia al cambio.
- Salud y productividad no dependen de la edad: Un trabajador saludable es el resultado de su estilo de vida, genética y disciplina, no de ser joven.
- Experiencia ≠ rigidez: Si bien algunos adultos podrían mostrar costumbres adquiridas con los años, la mayoría de quienes asumen un nuevo empleo se esfuerzan por aprender, adaptarse y sobresalir frente a sus colegas más jóvenes.
“Cada individuo es único e irrepetible; evaluar su talento va más allá de la edad.”
Evaluación objetiva de los candidatos
“En esencia, somos seres espirituales, y el espíritu no tiene edad. Al contratar, no se debe generalizar. Cada individuo es único e irrepetible, y merece ser evaluado por su productividad, experiencia, estabilidad laboral y competencias, más que por su edad”, explica Pinilla.
En Performia, la selección de personal se realiza de manera objetiva y basada en resultados: los candidatos son evaluados mediante tests de productividad, personalidad, IQ y aptitud, sin siquiera mirar su apariencia. Esto garantiza que las empresas reciban los perfiles más productivos y adecuados para sus necesidades, independientemente de la edad.
