La previsión estratégica: la nueva brújula para construir economías más competitivas y resilientes

En un contexto mundial caracterizado por la incertidumbre, la rápida evolución tecnológica y los constantes desafíos económicos, los países que logran anticiparse al cambio, en lugar de reaccionar a él, obtienen una ventaja decisiva. Esta capacidad de anticipación se denomina previsión estratégica, una herramienta que está transformando la forma en que los gobiernos diseñan sus políticas y preparan sus economías para el futuro.
De acuerdo con el Foro Económico Mundial, cada vez más países están incorporando la previsión estratégica como pilar de su planificación nacional. Esta práctica consiste en identificar tendencias emergentes, disrupciones y posibles escenarios futuros para crear políticas ágiles, basadas en datos y resilientes. Economías como los Emiratos Árabes Unidos, Singapur y Finlandia ya la aplican de forma sistemática, convirtiéndola en una pieza clave de su competitividad y desarrollo sostenible.
La previsión estratégica transforma la gestión pública de un ejercicio reactivo a uno proactivo, donde la estrategia marca el rumbo y no la disrupción.
La previsión estratégica permite transformar la gestión pública de un ejercicio reactivo a uno proactivo. En lugar de diseñar políticas en respuesta a crisis, los gobiernos pueden crear marcos adaptativos que se ajusten en tiempo real a los cambios económicos, sociales y tecnológicos. En este proceso, los datos, el análisis de tendencias y la imaginación prospectiva se combinan para fortalecer la capacidad de respuesta ante futuras disrupciones.
Un ejemplo destacado es el de los Emiratos Árabes Unidos, que en alianza con el Foro Económico Mundial, desarrollaron una plataforma nacional de Inteligencia Estratégica alineada con su visión “We the UAE 2031”. Esta herramienta conecta ministerios, consejos y socios estratégicos para comparar escenarios globales, evaluar riesgos y tomar decisiones con mayor confianza y rapidez. Gracias a este sistema, la previsión se ha integrado en todos los niveles de gobernanza, desde la formulación de políticas hasta su evaluación.
El impacto de este modelo ya es visible: permite a los responsables políticos anticipar los cambios del entorno y preparar múltiples caminos antes de elegir el más adecuado. De este modo, la disrupción deja de marcar la agenda y es la estrategia la que define el rumbo.
La incertidumbre deja de ser una amenaza cuando los gobiernos adoptan la previsión como eje de su gobernanza.
Otros países también están incorporando este enfoque. En Singapur, el Centro para Futuros Estratégicos aplica la proyección de horizontes y escenarios en los “sprints de políticas”, base de sus estrategias en inteligencia artificial y educación. Finlandia, por su parte, ha integrado la previsión interministerial en su proceso presupuestario, lo que le permitió responder con agilidad a la volatilidad energética de los últimos años. Incluso Jordania ha creado el Consejo Nacional para la Tecnología del Futuro, institucionalizando la previsión como parte central de sus políticas de innovación y desarrollo tecnológico.
La combinación entre previsión y colaboración internacional también está redefiniendo el futuro de la política global. Los Consejos Globales para el Futuro y el Centro de Inteligencia Estratégica del Foro Económico Mundial promueven un enfoque de previsión colaborativa, donde gobiernos y expertos comparten conocimiento para anticipar desafíos regionales y construir soluciones conjuntas.
En definitiva, la previsión estratégica se consolida como una herramienta indispensable para construir economías más competitivas, sostenibles y resilientes. Las naciones que la adoptan no solo mejoran su capacidad de respuesta, sino que transforman la incertidumbre en una oportunidad para liderar el cambio global.