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La resiliencia de la economía global frente a los aranceles de Trump: Perspectivas de la OCDE

La economía mundial enfrenta un escenario desafiante con el retorno de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos y la aplicación de aranceles históricos que alcanzan un promedio efectivo de 19.5%. Sin embargo, contra las expectativas iniciales de una desaceleración brusca, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) proyecta que el crecimiento global se mantendrá más sólido de lo previsto, revelando la capacidad de adaptación de los mercados y la producción internacional.

De acuerdo con las proyecciones más recientes de la OCDE, la economía mundial crecerá un 3.2% en 2025, una cifra ligeramente menor al 3.3% que el organismo anticipaba en diciembre pasado, pero superior a la estimación publicada en junio. Para 2026, el crecimiento se moderaría hasta un 2.9%.
Esta revisión al alza refleja que, si bien los aranceles de Washington impactan en el comercio, todavía no se sienten en toda su magnitud, ya que las empresas han adelantado producción y ajustado márgenes para amortiguar las alzas de costos.

“El crecimiento mundial será de 3.2% en 2025, pese a la mayor guerra arancelaria desde 1933.”

La mayor economía del mundo comienza a evidenciar señales de desgaste. La OCDE prevé que Estados Unidos reduzca su ritmo de crecimiento a 1.8% en 2025 y a 1.5% en 2026, lejos del 2.8% alcanzado en 2024. El consumo interno muestra señales de desaceleración y la producción industrial pierde dinamismo desde agosto.
En contraste, varias economías emergentes demuestran mayor resiliencia. China, por ejemplo, crecería un 4.9% en 2025 y 4.4% en 2026, beneficiada por políticas internas de estímulo y una diversificación de socios comerciales. Brasil sigue una trayectoria similar, con expansiones de 2.3% y 1.7%. México, pese a un bajo punto de partida, experimentaría un leve repunte: 0.8% en 2025 y 1.3% en 2026.

En la zona euro, el crecimiento se situaría en torno al 1.2% en 2025 y al 1% en 2026. España destaca como la economía con mejor desempeño relativo, con una expansión del 2.6% en 2025, lo que contrasta con el estancamiento de Alemania.

Entre los elementos que explican esta resistencia se encuentra el repunte de la producción industrial en la primera mitad de 2025, que superó los niveles de 2024 en varias economías avanzadas. No obstante, la OCDE advierte sobre riesgos significativos:

  • Nuevas rondas de aumentos arancelarios que podrían intensificar tensiones comerciales.
  • Niveles crecientes de endeudamiento que presionan las cuentas públicas.
  • Inflación más elevada, en particular en Estados Unidos, Japón y Sudáfrica, impulsada por los precios de alimentos y energía.

El economista jefe de la OCDE, Álvaro Pereira, señaló que un crecimiento robusto suele situarse en torno al 4%, por lo que, a pesar de la resiliencia observada, el desempeño global aún está lejos de ese umbral.

“Los efectos de los aranceles aún no se sienten plenamente las empresas amortiguan el impacto adelantando producción.”

El informe de la OCDE revela un mundo económico en tensión, pero con una sorprendente capacidad de resistencia ante políticas proteccionistas que, en otras circunstancias, habrían generado un freno más abrupto. La clave parece estar en la rapidez de respuesta de empresas y gobiernos, que ajustaron estrategias antes de que las tarifas entraran plenamente en vigor.
Sin embargo, la verdadera prueba vendrá en los próximos años: si los aranceles se profundizan y las tensiones fiscales se agudizan, la resiliencia observada podría dar paso a una desaceleración más marcada. En este contexto, la adaptabilidad de las economías emergentes y la estabilidad de la zona euro serán factores determinantes para sostener un crecimiento global equilibrado.