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Las 13 razones por las que fracasan los emprendimientos

Ser emprendedor es una actividad de riesgo, muchas personas han intentado seguir este camino pero se han dado contra una pared. Son múltiples las razones por las que fracasan los emprendedores, al igual que los factores que entran en juego a la hora de marcar la diferencia para no convertirse en uno más entre aquellos que lo han tanteado.

Comenzar no es nada fácil y mantenerse mucho menos. Según estudios recientes, el 21,5 % de los nuevos negocios no consigue sobrepasar la barrera del primer año. Casi la mitad de los emprendedores fracasan durante los primeros cinco años y el 65 % durante los primeros diez años en el mercado. Como consecuencia, solo el 25 % de los negocios alcanza los quince años o más.

“La importancia del fracaso como una experiencia fundamental de aprendizaje de ensayo y error puede ser utilizado como un instrumento para aumentar las posibilidades de éxito futuro”, sostiene la investigación realizada por Jason Cope del The Hunter Centre for Entrepreneurship.

Los errores más comunes por lo que fracasan los emprendimientos son:

1. Falta de mercado:

Los errores más comunes por lo que fracasan los emprendimientos son:Falta de mercado:No hay suficiente demanda o interés en el producto o servicio ofrecido, lo que lleva a una falta de clientes y ventas. Aquí cobra mucha fuerza aquella escena en donde el o la emprendedora cree firmemente en que su producto o servicio es revolucionario, pero las cifras del mercado demuestran lo contrario.

2. Escasa planificación:

La falta de un plan de negocios sólido y una estrategia clara resulta en decisiones incoherentes y una dirección poco clara. Hay muchos especialistas que dicen que lo más importante es vender, pero no tienen claro cómo canalizar el crecimiento de las ventas o, incluso, no saben luego qué hacer cuando se crece tan rápido y luego no hay cómo atender tamaña demanda, se da un incumpliendo y se pierde todo el terreno ganado.

3. Financiamiento inadecuado:

La falta de capital inicial o una mala gestión financiera impide el crecimiento y la supervivencia del emprendimiento. A veces, por la necesidad, conseguir un préstamo a una tasa muy alta resulta siendo un error muy frecuente, o, por ejemplo, comprometerse a pagar en un plazo más corto del que el negocio está en capacidad de lograr ventas puede llevar al pero escenario posible.

4. Competencia feroz:

No diferenciarse de los competidores o subestimar la competencia lleva a la pérdida de cuota de mercado.  Hacer más de lo mismo no tiene mucho sentido muy a pesar de que se logren ventas. Si no hay un valor agregado, no hay una diferencia. ¿Por qué le seguirían comprando más y más a usted?

5. Mal equipo de trabajo:

Conflictos internos, falta de habilidades o mala comunicación pueden socavar el éxito del negocio. Dicen los grandes líderes de los negocios: en el equipo está el corazón del negocio, así que hay que saber que se cuenta con el mejor.

6. Mala gestión:

Decisiones ineficientes, errores en la planificación y falta de control pueden conducir a problemas operativos y pérdidas financieras. En las clases de administración enseñan que lo más difícil no es diseñar una estrategia sino ejecutarla. Y la clave de la ejecución está en la operación, en los detalles, en que hacer diario y armónico.

7. Falta de adaptabilidad:

No estar dispuesto a cambiar o evolucionar según las necesidades del mercado y las tendencias lleva al estancamiento”. ¿La competencia se mueve muy rápido, qué tan rápido lo puede hacer usted?

8. Problemas legales:

Incumplimiento de regulaciones, litigios o problemas de propiedad intelectual pueden afectar negativamente la reputación y las finanzas. Desde el día uno existe este riesgo para muchos emprendimientos, pues toman la decisión de nacer y crecer en el camino de la informalidad, y así no resulta sostenible en, por ejemplo, temas financieros para acceder a crédito o temas de impuestos para cumplir con la ley

9. Marketing ineficiente:

La incapacidad para llegar a los clientes adecuados o comunicar eficazmente el valor del producto/servicio limita su aceptación. La clave de un buen producto o servicio también está en la forma en la que lo ofrecemos, lo mostramos y lo hacemos atractivo en los consumidores, Si fallamos en este canal, incluso un muy buen producto tendrá problemas para crecer en ventas.

10. Problemas de producción y calidad:

Incapacidad para mantener altos estándares de calidad o cumplir con la demanda puede afectar la satisfacción del cliente. La inadecuada gestión de costos y gastos hace que muchos emprendedores bajen la calidad de sus productos o servicios para mantener el margen de ganancia, pero el cliente se da cuenta cuando eso pasa. La calidad siempre debería estar en el primer renglón.

11. Falta de enfoque en el cliente:

No comprender las necesidades y deseos del cliente lleva a una oferta que no responde a sus expectativas. En miles de libros sobre administración recuerdan que el cliente siempre tiene la razón, y aunque esa máxima se ha venido reconsiderando, regularmente el cliente tiende a considerar variables que el emprendedor no, así que hay que estar abierto a escuchar y, por qué no, hacer ajustes sobre la marcha para mejorar los productos o servicios.


12. Desalineación con los valores del mercado:

Si los valores y cultura de la empresa no coinciden con los del mercado, pueden surgir conflictos y rechazo. Le llaman coherencia entre lo que se piensa, lo que se dice y lo que se hace; y en el mundo de los negocios cada vez se exige más esta línea de tiempo en los consumidores. Por ejemplo, ¿es coherente aquel que ofrece ropa de la última moda diciendo que está cuidando el medio ambiente, pues usa fibras logradas de la recuperación de plástico, pero no dice que en su cadena de maquila paga salarios por debajo de lo que pagan todos sus competidores? No, no es coherente, aunque parte de su discurso suene muy amigable con el medio ambiente, y si los clientes lo descubren, harán incluso campañas sociales para que nadie más les compre.

13. Factores externos impredecibles:

Eventos como crisis económicas, desastres naturales o cambios legislativos pueden afectar al emprendimiento sin control directo. La economía tiende a ser cíclica, también la estacionalidad en el año debe estar plenamente identificada y hasta un cambio de gobierno debe estar en el mapa empresarial. Si usted no lee estos cambios que parecen lejanos a su negocio y no lo hace a tiempo, un cambio de norma puede llevarlo a la ruina.

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