MANAGEMENT EMPRESARIAL

Latinoamérica frente a un escenario económico global adverso: análisis del FMI

El último Informe de Perspectivas Económicas Globales (WEO), publicado por el Fondo Monetario Internacional (FMI) en abril de 2025, revela un panorama complejo para América Latina y el Caribe. El organismo advierte que la región enfrenta un entorno global marcado por la incertidumbre geopolítica, la intensificación del proteccionismo comercial y un endurecimiento de las condiciones financieras internacionales. En este contexto, el FMI redujo en medio punto su proyección de crecimiento regional para 2025, situándola en 2 % frente al 2,5 % que había estimado en enero.

La situación, sin embargo, no es uniforme en toda la región. Centroamérica mantiene un desempeño relativamente sólido con un crecimiento cercano al 4 %, inflación contenida y déficits externos manejables. Sudamérica, en cambio, muestra desequilibrios más notorios, principalmente por la inestabilidad económica de Argentina y Venezuela, que aún presentan elevados niveles de inflación. No obstante, el organismo proyecta una desaceleración notable en los precios, que pasarían de un promedio regional del 16,6 % en 2024 al 7,2 % en 2025 y al 4,8 % en 2026, lo que refleja un avance hacia la estabilización en las principales economías.

«El FMI redujo la proyección de crecimiento regional para 2025 al 2 %, frente al 2,5 % estimado en enero.»

El Caribe, por su parte, experimenta un repunte significativo impulsado por la recuperación del turismo, aunque sus economías se mantienen expuestas a choques externos como la volatilidad en los precios de la energía y los efectos del cambio climático. A nivel global, las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China, junto con la política arancelaria de la administración Trump, han creado un “shock de demanda negativo” que impacta en la productividad y eleva los costos de producción. Esta situación ha deteriorado las proyecciones de crecimiento de las principales economías. El riesgo de recesión en Estados Unidos aumentó al 40 %, México pasó de una estimación de crecimiento del 1,4 % a una contracción del -0,3 %, Canadá ajustó sus previsiones al 1,4 % y la eurozona apenas alcanzará un 0,8 %.

Más allá de la coyuntura externa, el FMI recuerda que América Latina continúa enfrentando limitaciones estructurales que debilitan su resiliencia frente a las crisis. Entre ellas destacan la alta desigualdad, la rigidez fiscal, la baja productividad y la excesiva dependencia de las materias primas. Estos factores reducen la capacidad de la región para sostener un crecimiento sostenido e inclusivo, en un escenario global en constante transformación.

El informe concluye que, aunque existen señales positivas como la desaceleración de la inflación y el dinamismo del Caribe y Centroamérica, la región en su conjunto sigue enfrentando una encrucijada decisiva. Avanzar hacia un modelo económico más diversificado, con mayor productividad y cohesión social, será fundamental para reducir la vulnerabilidad frente a los vaivenes internacionales y para construir un futuro más estable y sostenible.

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