“Log Off”: Un movimiento estudiantil para reconectar con la vida más allá de las redes sociales

En la era digital, la conexión constante a Internet y redes sociales se ha convertido en la norma, especialmente para las generaciones más jóvenes. Los ‘millennials’ crecieron adaptándose a la tecnología, mientras que la generación Z prácticamente nació inmersa en ella, accediendo a sus teléfonos inteligentes y plataformas digitales de manera casi ininterrumpida. Sin embargo, este acceso permanente no está exento de consecuencias, y cada vez más estudios y testimonios revelan los efectos negativos que pueden surgir en la salud mental de los jóvenes. En este contexto, surge el movimiento estudiantil “Log Off”, una iniciativa que propone recuperar el equilibrio y la calidad de vida mediante una desconexión consciente de las redes sociales
Según el Centro de Investigaciones Pew, en 2018 el 95% de los adolescentes tenía acceso a un teléfono inteligente, y un 45% afirmaba utilizar Internet casi todo el día. Mientras estas plataformas han funcionado como espacios de expresión, entretenimiento y conexión, también han incrementado casos de ansiedad, depresión y trastornos de imagen corporal. La denuncia de Frances Haugen sobre investigaciones internas de Facebook (ahora Meta) reveló que Instagram podría agravar problemas de autoestima en una de cada tres adolescentes, evidenciando la magnitud del impacto psicológico de estas rede
“Instagram podría agravar problemas de autoestima en una de cada tres adolescentes, según investigaciones internas de Facebook.”
Estudios científicos, como los publicados en la revista Nature, muestran que los efectos negativos varían según la edad, siendo más críticos al inicio de la pubertad y alrededor de los 19 años. Estos hallazgos coinciden con experiencias personales, como la de Emma Lembke, estudiante de 19 años de la Universidad de Washington, quien pasó horas interminables desplazándose en redes sociales hasta desarrollar un trastorno alimenticio. A partir de esta vivencia, Lembke decidió crear “Log Off”, un movimiento que busca abrir un espacio de debate y reflexión sobre los efectos perjudiciales del uso excesivo de estas plataformas.
El proyecto no persigue que los jóvenes abandonen las redes por completo, sino que adopten un enfoque más consciente y equilibrado. Se centra en promover la autorreflexión sobre el tiempo invertido en estas aplicaciones y cómo este hábito puede afectar la salud mental y emocional. Lembke enfatiza la importancia de compartir experiencias personales, más allá de los datos estadísticos, como una forma de visibilizar el impacto real de las redes en la vida cotidiana.
“Log Off” representa un llamado a la moderación y la introspección en un mundo digital saturado. Reconocer los riesgos y beneficios de las redes sociales es esencial para que la generación Z y las futuras generaciones puedan construir relaciones más saludables con la tecnología. La iniciativa demuestra que pequeñas pausas digitales pueden ser herramientas poderosas para mejorar el bienestar, fomentar la autoconciencia y reconectar con experiencias fuera de la pantalla, abriendo un espacio para la resiliencia y el equilibrio emocional en la vida moderna.
