Marketing

Mazda eleva el OOH a una experiencia sensorial: creatividad que literalmente flota

En un entorno publicitario donde captar atención es cada vez más complejo, Mazda decidió ir más allá de los límites de una simple valla. Su nueva campaña en Sudáfrica convierte el espacio urbano en un escenario vivo, donde el mensaje de marca no se lee… se siente.

Bajo el concepto “The Feeling Will Find You”, la automotriz japonesa transformó el tradicional formato out-of-home (OOH) en una experiencia multisensorial: una valla que libera miles de burbujas reales al cielo, sorprendiendo a conductores y transeúntes en pleno tráfico de Pretoria y Johannesburgo.

La acción, desarrollada junto a la agencia Boundless y JCDecaux South Africa, no solo generó conversación inmediata en redes, sino que también propuso una nueva forma de entender la comunicación urbana: aquella que conecta emociones antes que argumentos.

La instalación, bautizada con el lema “Wonderrrr Awaits”, celebra la unión entre tecnología, creatividad y emoción. Para Mazda, las burbujas simbolizan lo que la marca quiere transmitir con cada uno de sus vehículos: ligereza, libertad y sorpresa, sensaciones que trascienden la potencia o la ingeniería.

En lugar de apostar por la interrupción, apuesta por la inmersión emocional; en vez de comunicar datos, transmite sensaciones.

Desde Boundless, los creativos definieron el proyecto como una prueba del poder que surge cuando medios y creatividad trabajan como una sola mente. En palabras de Eve Pennington, responsable de planificación de medios, “esto demuestra cómo la colaboración puede elevar el posicionamiento de una marca; la magia es real”.

La metáfora visual no se limita a las burbujas. En otras piezas de la campaña aparecen pétalos y figuras de origami, reforzando la idea de transformación emocional: un viaje del movimiento físico al descubrimiento sensorial. Mazda no solo invita a conducir, sino a dejarse llevar por la experiencia.

La activación es un ejemplo perfecto de cómo el OOH puede evolucionar de lo visual a lo vivencial. La valla de Mazda no busca interrumpir el entorno urbano, sino integrarse en él, provocando reacciones genuinas de sorpresa y curiosidad.

Los videos compartidos en redes sociales muestran cómo los conductores se detienen, graban o simplemente observan las burbujas elevarse. El resultado es una conexión emocional espontánea que fusiona el espacio físico con el digital, convirtiendo el momento en contenido compartido y orgánico.

Desde el punto de vista técnico, la ejecución fue un reto logístico. JCDecaux South Africa diseñó un sistema capaz de liberar burbujas reales de forma continua y segura, adaptado a las condiciones de una autopista activa. El esfuerzo fue reconocido públicamente por el equipo creativo, que destacó la precisión y compromiso detrás de cada detalle.

El giro estratégico de Mazda refleja una tendencia global: el marketing sensorial, donde las marcas buscan conectar con los sentidos y las emociones más que con la lógica racional. En tiempos donde la saturación publicitaria ha vuelto invisibles muchos mensajes, las experiencias vivas y participativas se convierten en una herramienta de diferenciación poderosa.

Wonderrrr Awaits” no es solo una promesa, sino una filosofía: la idea de que el asombro aún puede ser el camino más efectivo para construir vínculos de marca. En lugar de hablar de motores o cifras técnicas, Mazda habla de lo que siente el conductor.

Para Mazda, las burbujas simbolizan lo que la marca quiere transmitir con cada uno de sus vehículos: ligereza, libertad y sorpresa, sensaciones que trascienden la potencia o la ingeniería.

Y en ese terreno, las burbujas no son solo aire y jabón: son una declaración de intenciones sobre el futuro del storytelling de marca.

La campaña de Mazda en Sudáfrica redefine lo que significa innovar en el espacio público. En lugar de apostar por la interrupción, apuesta por la inmersión emocional; en vez de comunicar datos, transmite sensaciones.

Con esta acción, Mazda demuestra que el verdadero impacto publicitario no siempre depende del tamaño del anuncio, sino de la capacidad de crear un momento inolvidable.

En un mundo donde los consumidores buscan experiencias más que mensajes, las burbujas de Mazda flotan como un recordatorio poético: las emociones, cuando son genuinas, siempre encuentran su camino.

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