Educación

MOTRI-KIDS: tecnología que devuelve movimiento a la infancia en la era de las pantallas

En un tiempo donde los niños aprenden a deslizar una pantalla antes que a anudar sus cordones, la motricidad fina se enfrenta a un nuevo desafío. La comodidad digital ha reemplazado al juego físico tradicional, y con ello las habilidades manuales empiezan a resentirse. Frente a este escenario, un grupo de jóvenes universitarios decidió transformar una preocupación cotidiana en una propuesta innovadora: MOTRI-KIDS, un prototipo diseñado para reactivar destrezas motrices que están siendo desplazadas por el uso excesivo de dispositivos electrónicos.

El proyecto nace a partir de una observación común pero ignorada: los niños pasan cada vez más horas frente a celulares y tablets, lo que disminuye sus oportunidades de explorar el mundo físico. Organismos como la OMS y UNICEF advierten que esta tendencia afecta el desarrollo neuromotor, pues reduce actividades esenciales como el juego libre, la manipulación de objetos o los movimientos de precisión manual.

“El uso excesivo de pantallas está reduciendo oportunidades clave para desarrollar precisión y coordinación manual en la infancia.”

Según datos de los CDC, muchos niños entre 8 y 10 años superan diariamente las seis horas frente a pantallas, una cifra muy por encima de las recomendaciones internacionales. Para los creadores de MOTRI-KIDS, esta sobreexposición no solo fomenta dependencia tecnológica, sino también un deterioro casi imperceptible pero significativo en la coordinación motora fina.


La motricidad fina es clave en tareas tan simples como escribir, abotonarse la camisa o usar herramientas. Aunque parezcan gestos cotidianos, requieren precisión, coordinación y práctica constante. Diversos estudios citados por el equipo —incluyendo investigaciones del Ministerio de Educación de España y UNICEF— muestran que estas habilidades influyen directamente en el rendimiento escolar, la autonomía y la confianza infantil.

Sin embargo, en la actualidad muchos niños prefieren tocar una pantalla que manipular objetos del mundo real, lo que afecta el desarrollo integral desde edades tempranas.


El prototipo comenzó a gestarse en el laboratorio K-Lab, donde estudiantes de distintas universidades combinaron conocimientos técnicos, creatividad y herramientas digitales. Con el apoyo de metodologías de prototipado, diseño y experimentación, el equipo fabricó un dispositivo que combina electrónica, estímulos multisensoriales y dinámicas de reto progresivo.

MOTRI-KIDS integra componentes como Arduino Uno, luces led, sensores, engranajes, pulsadores y un “juego de nervios” que exige movimientos delicados y precisos. Los niños avanzan por niveles de dificultad, reciben retroalimentación auditiva y visual, y pueden acceder a pequeños premios incorporados en el tablero.

“MOTRI-KIDS combina electrónica, estímulos sensoriales y retos progresivos para fortalecer la motricidad fina de forma natural y divertida.”

El objetivo no es competir con las pantallas, sino ofrecer una alternativa lúdica que atraiga su atención y, al mismo tiempo, fortalezca destrezas motoras de forma natural. Para los creadores, la tecnología no debe reemplazar el movimiento, sino complementarlo y estimularlo.


Lo que empezó como un juego para el hogar fue encontrando nuevas aplicaciones. El equipo descubrió que MOTRI-KIDS puede utilizarse:

  • En escuelas y guarderías, como recurso pedagógico para reforzar la coordinación.
  • En centros infantiles, para evaluar y acompañar el progreso motor.
  • En hospitales pediátricos, como herramienta de rehabilitación tras cirugías o lesiones.

La combinación de estímulos sensoriales, precisión manual y dinámica de niveles coincide con prácticas terapéuticas actuales en rehabilitación motriz infantil. Además, el prototipo permite adaptar el reto a las habilidades del niño, convirtiéndolo en un recurso versátil para profesionales de salud y educación.

MOTRI-KIDS representa una respuesta creativa a un problema contemporáneo: la pérdida gradual de la motricidad fina a causa del exceso de pantallas. Este proyecto demuestra que la tecnología, usada con propósito, puede convertirse en aliada del desarrollo infantil. No solo reintroduce el movimiento en la rutina de los niños, sino que lo hace desde el juego, la curiosidad y la interacción real.

Con potencial para implementarse en hogares, centros educativos y espacios de salud, MOTRI-KIDS reivindica la importancia de volver a tocar, explorar y mover las manos en un mundo cada vez más digitalizado. En definitiva, es una invitación a usar la tecnología para lo que mejor sabe hacer: abrir posibilidades.

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