Marketing

Oreo y PepsiCo se suman al boom wellness: así adaptan sus productos sin perder su esencia icónica

En un mercado donde el bienestar dejó de ser tendencia para convertirse en expectativa, gigantes como Oreo y PepsiCo están reconfigurando sus portafolios para responder a una nueva generación de consumidores: informada, exigente y dispuesta a cambiar de marca si no encuentra opciones más equilibradas. El movimiento no busca reemplazar a los clásicos, sino reinterpretarlos bajo un lenguaje más saludable y alineado con los hábitos contemporáneos.

El anuncio de Oreo Zero Sugar marca uno de los pasos más audaces de la marca en décadas. Por primera vez, la galleta más famosa del mundo apuesta por una versión sin azúcar, disponible desde enero de 2026 en Estados Unidos. La estrategia se centra en ofrecer el sabor inconfundible de Oreo con un perfil nutricional que responda al consumo consciente. Esta línea incluirá tanto la versión tradicional como Double Stuf, ambas con empaque actualizado y una comunicación directa que posiciona a “Zero Sugar” como una alternativa moderna sin sacrificar indulgencia.

Oreo Zero Sugar es más que una reformulación: es una reinterpretación de un clásico para una nueva era

Para PepsiCo, la transición hacia el wellness adopta una narrativa cultural. La campaña “The Renaissance of Snacking” introdujo Doritos y Cheetos Simply NKD, libres de colorantes y sabores artificiales, una apuesta que va más allá de satisfacer al consumidor: redefine lo que significa “botanear” en tiempos donde la transparencia es un valor clave. La compañía acompaña este cambio con inversiones profundas en reformulación, especialmente en México, donde planea que el 90% de sus bebidas tengan menos de 20 calorías por cada 100 ml para 2030, anticipando nuevas regulaciones y nuevas expectativas sociales.

Ambas marcas comparten un punto común: la necesidad de transformar la percepción del consumidor. La innovación wellness no se limita a modificar ingredientes; se trata de construir nuevas narrativas alrededor de productos icónicos, reforzando la lealtad del público desde valores actuales como la responsabilidad, la claridad y el bienestar emocional y físico.

El futuro del consumo no es reemplazar, sino reimaginar los productos que marcaron generaciones

El contexto favorece estos movimientos. El crecimiento del consumo de productos reducidos en azúcar, grasas o aditivos responde a mayor acceso a información, a la influencia de creadores de contenido enfocados en salud y al auge de comunidades digitales interesadas en nutrición. Según Statista, al menos la mitad de los consumidores está dispuesta a adquirir versiones reducidas en azúcar de categorías como jugos y cereales, una señal clara de que el bienestar ya forma parte de la decisión de compra cotidiana.

La era wellness no busca cambiar los sabores de siempre, sino asegurar su permanencia. Con Oreo Zero Sugar y las líneas Simply NKD, Oreo y PepsiCo muestran que la clave está en reinterpretar, no reemplazar. El reto es enorme: mantener el sabor que marcó generaciones mientras se adapta a consumidores más conscientes que nunca. Pero quienes lo logren no solo protegerán su relevancia, sino que liderarán el futuro del consumo. ¿La premisa? Bienestar sin perder lo que los hizo inolvidables.

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