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Ralph Lauren revoluciona la moda sostenible: la firma alcanza hitos históricos y redefine el estándar global de responsabilidad corporativa

La casa de moda global Ralph Lauren ha dado un paso firme en favor de la sostenibilidad con la publicación de su “Global Citizenship & Sustainability Report 2025”, documento que revela avances significativos en su estrategia de responsabilidad social corporativa, demostrando que incluso en la industria del lujo es posible combinar estilo con conciencia social y ambiental.

Durante el año fiscal 2025, la empresa alcanzó un hito destacado: el 98 % de las prendas producidas cumplieron al menos uno de sus criterios de materiales sostenibles, lo que implica una transformación profunda en su cadena de suministro. Además, Ralph Lauren introdujo su quinto producto certificado según la norma Cradle to Cradle®, un estándar internacional que evalúa el ciclo de vida de los materiales, su reciclabilidad y su impacto ambiental.

Ralph Lauren demuestra que la moda premium también puede ser circular.

En paralelo, la empresa lanzó un programa de reciclaje de denim en Norteamérica, al mismo tiempo que implementa un servicio piloto de reparación de prendas y amplía su oferta “vintage”. Esta iniciativa busca extender la vida útil de las prendas, promover el consumo consciente y reducir el desperdicio —un reto clave en la industria textil global.

Más allá de sus productos, Ralph Lauren articula su visión a largo plazo bajo la estrategia “Timeless by Design”, que articula tres pilares: diseño consciente, protección del medio ambiente y mejora de las condiciones de vida en comunidades vinculadas a su cadena. Este enfoque integral demuestra que la sostenibilidad no es una iniciativa aislada, sino parte del ADN corporativo, lo que refuerza su reputación como líder responsable en el sector moda de lujo.

Moda responsable: el informe 2025 de Ralph Lauren marca un nuevo estándar global

Para consumidores, competidores y emprendedores, este giro de Ralph Lauren envía un mensaje claro: la sostenibilidad y la rentabilidad pueden ir de la mano, y el lujo ya no está reñido con la responsabilidad ambiental y social. En un mercado cada vez más consciente —y vigilante—, las marcas que adopten prácticas responsables no solo generan valor ético, sino también ventaja competitiva y prestigio reputacional.

La apuesta de Ralph Lauren se convierte así en un ejemplo aspiracional: un modelaje de cómo las grandes marcas pueden reinventar su producción, adaptarse a nuevas exigencias globales y transformar su propuesta de valor hacia un consumo más consciente y duradero.

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