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Revolut acelera su conquista de Latinoamérica y redefine el futuro de la banca digital

La revolución financiera que comenzó en Londres hace una década ahora tiene un nuevo epicentro: América Latina. Revolut, la fintech británica que ha transformado la manera en que millones de personas gestionan su dinero, apuesta con fuerza por la región con una inversión global de 11.500 millones de dólares y un objetivo ambicioso: operar en 100 países para 2030. México, Argentina y Colombia son los primeros destinos elegidos para expandir su modelo de banca digital integral, marcando un cambio profundo en el panorama financiero latinoamericano.

“Revolut invertirá 11.500 millones de dólares para expandirse a 100 países y alcanzar 100 millones de usuarios para 2027.”

Desde su fundación en 2015 por Nikolay Storonsky y Vlad Yatsenko, Revolut ha pasado de ser una alternativa para evitar las comisiones del cambio de divisas a convertirse en una superapp financiera. Hoy, su ecosistema integra cuentas remuneradas, pagos, transferencias internacionales, inversiones y criptomonedas en una sola plataforma, que ya reúne a más de 65 millones de usuarios activos en todo el mundo. Su reciente sede global en Canary Wharf, en Londres, simboliza el inicio de su fase más ambiciosa: alcanzar los 100 millones de clientes en apenas dos años y consolidarse como un referente global en banca digital.

En América Latina, la fintech ha identificado un entorno ideal para su crecimiento. La combinación de una población altamente conectada con baja inclusión financiera formal crea un terreno fértil para su propuesta. En Brasil, Revolut ya opera ofreciendo cuentas globales y crédito directo, mientras que su siguiente paso avanza con fuerza en tres mercados clave. En México, obtuvo la autorización para funcionar como institución bancaria múltiple, lo que le permitirá ofrecer toda su gama de servicios, desde inversiones hasta operaciones cambiarias de bajo costo. En Argentina, está en proceso de adquirir Cetelem, filial local de BNP Paribas, lo que abriría la puerta a una licencia bancaria completa y operaciones en moneda local. Y en Colombia, la empresa espera la aprobación regulatoria de la Superintendencia Financiera para iniciar actividades.

“México, Argentina y Colombia se convierten en los pilares de la estrategia regional de la fintech británica.”

La estrategia de Revolut en la región apunta a posicionarse entre los tres bancos más importantes de cada país donde opere. Su ventaja competitiva radica en su infraestructura tecnológica y su capacidad de adaptación regulatoria, lo que le permite escalar rápidamente sin depender de alianzas locales. Este modelo de expansión ágil contrasta con el de otras fintech que aún requieren socios estratégicos para operar en nuevos mercados.

El desafío, sin embargo, no será menor. Revolut deberá competir con actores de peso como BBVA, Santander, Nubank, Ualá y Mercado Pago, todos con posiciones sólidas en el ecosistema financiero latinoamericano. Pero la empresa británica apuesta por su propuesta integral, centrada en la experiencia del usuario, los costos bajos y la transparencia, para captar la confianza de un público que busca soluciones financieras más flexibles y digitales.

Más allá de la competencia inmediata, la expansión de Revolut simboliza una tendencia más amplia: la integración definitiva de América Latina en el sistema financiero digital global. Según el Banco Interamericano de Desarrollo, la región ya cuenta con más de 3.000 startups fintech y un crecimiento anual del 25%, lo que demuestra su potencial como polo de innovación financiera.

“Su modelo digital integral desafía tanto a los bancos tradicionales como a las fintech más consolidadas del mercado.”

Para los consumidores, la llegada de Revolut puede significar un antes y un después: acceso a mejores tasas, menores comisiones y nuevas oportunidades de inversión en un entorno digital más competitivo. Para los bancos tradicionales, es una llamada de atención que los obliga a acelerar su transformación tecnológica y reimaginar su modelo de relación con los clientes.

En definitiva, el desembarco de Revolut en América Latina no solo marca la expansión de una fintech global, sino también el inicio de una nueva etapa para el sistema financiero regional. La competencia por conquistar al usuario digital ha comenzado, y quienes logren combinar tecnología, confianza y accesibilidad definirán el futuro de la banca en la próxima década.