Tecnología

Sam Altman revela avances de su enigmático dispositivo con IA: más simple que un iPhone y pensado para conocerlo todo sobre el usuario

La visión de Sam Altman por reinventar la interacción humana con la tecnología vuelve a tomar fuerza. El CEO de OpenAI confirmó que ya existen los primeros prototipos de su misterioso dispositivo inteligente sin pantalla, un proyecto desarrollado junto a Jony Ive, histórico diseñador de Apple y cofundador de la compañía io. Aunque la información sigue envuelta en discreción, ambos aseguran que el proyecto avanza y ya cuenta con diseños recientes que marcan una nueva etapa en su desarrollo.

Durante una conversación difundida por el canal de YouTube de Emerson Collective, Altman e Ive compartieron algunos detalles del proceso creativo. Pese a que aún no se han revelado especificaciones técnicas, Ive adelantó que este dispositivo —concebido como un sustituto del móvil tradicional— podría estar disponible “mucho antes” de un plazo máximo de cinco años. El objetivo es redefinir qué significa tener un asistente inteligente de bolsillo, pero sin las pantallas, distracciones y sobrecarga visual que dominan la tecnología actual.

Altman ilustró la motivación del proyecto con una comparación contundente: el uso de dispositivos actuales, según él, se siente como caminar por Times Square, rodeado de luces, ruido y constantes interrupciones. En contraste, imagina que su nuevo dispositivo ofrezca una experiencia opuesta, más cercana a la tranquilidad de una cabaña junto a un lago, donde la tecnología acompaña sin invadir.

El objetivo no fue crear un producto por obligación, sino cuestionar desde cero cómo debería ser el vínculo entre el ser humano y un dispositivo impulsado por IA avanzada.

La apuesta, afirma, es construir un entorno tecnológico que reduzca la fricción, las distracciones y el ruido visual, haciendo que la interacción se vuelva más humana, intuitiva y silenciosa.

Tanto Ive como Altman coinciden en que la industria tecnológica ha evolucionado rápidamente en cuanto a capacidades, pero no en la forma de uso. “Ahora tenemos máquinas capaces de pensar y comprender”, celebró Altman, “pero seguimos atrapados en el mismo formato de ordenador que existe desde hace décadas”. Para ellos, continuar con este modelo es limitar el potencial de la nueva generación de inteligencia artificial.

El objetivo no fue crear un producto por obligación, sino cuestionar desde cero cómo debería ser el vínculo entre el ser humano y un dispositivo impulsado por IA avanzada.

Este desarrollo se da en el marco de la compra de io por parte de OpenAI, realizada en mayo y valorada en aproximadamente $6.400 millones, la operación más grande que ha concretado la compañía de Altman. Con la experiencia de Ive en diseño y la visión de Altman sobre el futuro de la IA, el dispositivo apunta a tener un tamaño compacto similar al de un móvil, con un acabado minimalista y concebido para tener una presencia física tan atractiva que invite al usuario a interactuar con él.

Aunque los detalles siguen siendo escasos, el mensaje es claro: Altman e Ive están apostando por un nuevo paradigma, uno donde la tecnología deje de ser una fuente de estímulos constantes y se convierta en una experiencia serena, fluida y profundamente personalizada.

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