Sembrar futuro el compromiso verde de Grupo Peñafiel en Jalisco

Introducción
En un mundo donde la pérdida de ecosistemas avanza con rapidez, las iniciativas de recuperación ambiental se convierten en pilares fundamentales para garantizar agua, aire limpio y biodiversidad. En este contexto, Grupo Peñafiel ha dado un paso firme al liderar una nueva jornada de reforestación en el Cerro Viejo de Tlajomulco, Jalisco, sembrando 1,800 árboles que representan mucho más que cifras: simbolizan futuro.
Desarrollo
La actividad, realizada en septiembre de 2025, reunió a colaboradores de la empresa y a voluntarios de la comunidad en un esfuerzo colectivo que abarcó casi cuatro hectáreas. Esta acción se enmarca dentro del programa ambiental de Grupo Peñafiel, cuyo objetivo es equilibrar el desarrollo económico con la preservación de los recursos naturales.
El Cerro Viejo, catalogado como uno de los pulmones ecológicos más importantes de Jalisco, cumple un rol crucial en la captación de agua, la regulación del clima y la conservación de la biodiversidad local. La siembra de árboles en esta zona fortalece directamente la recarga hídrica, mejora la calidad del suelo y amplía los hábitats de múltiples especies.
“Cada árbol que sembramos simboliza esperanza, vida y compromiso con las generaciones que vienen.”
Este es el segundo año consecutivo en que la compañía concentra esfuerzos en la región, ahora como parte del proyecto colaborativo Charco Bendito, alianza que ya ha alcanzado la impresionante cifra de más de 32,000 árboles plantados en 2025. La dimensión del logro refleja una tendencia cada vez más relevante: la unión entre empresas privadas, sociedad civil y autoridades como estrategia para afrontar los grandes desafíos ambientales.
Más allá de la acción puntual, este tipo de proyectos refuerza una noción central en sostenibilidad: los beneficios son compartidos. Para la comunidad de Tlajomulco, cada árbol plantado significa agua, sombra, aire puro y oportunidades para las generaciones futuras. Para la empresa, es la consolidación de un propósito de valor social y ambiental que trasciende los resultados financieros.
Conclusión
En palabras de Jorge Olivera, Director de la Planta de Tlajomulco: “Cada árbol que sembramos simboliza esperanza, vida y compromiso con las generaciones que vienen”. Esta visión sintetiza lo que ocurre en Cerro Viejo: no se trata solo de reforestación, sino de un acto de responsabilidad intergeneracional que demuestra que las empresas, cuando asumen un rol activo, pueden transformar realidades ambientales y comunitarias.