Tres claves prácticas para que más mujeres den el primer paso en las inversiones

En Bolivia, los créditos concedidos a mujeres por el sistema financiero alcanzaron Bs 56.838 millones a inicios de 2024, lo que representa un crecimiento del 30% respecto a 2020. De ese total, el 43% corresponde a microcréditos (unos Bs 24.187 millones). Además, las mujeres concentran cerca del 47% de los depósitos en el sistema financiero nacional, es decir, alrededor de Bs 34.000 millones, lo que refleja un creciente protagonismo femenino en la actividad económica.
A pesar de estos avances, muchas mujeres aún enfrentan barreras para dar el salto hacia las inversiones, un paso clave para fortalecer su autonomía económica y generar patrimonio a largo plazo.
La educación financiera es la base para que más mujeres conviertan sus ahorros en oportunidades de inversión
Tres recomendaciones para dar el primer paso
Especialistas en educación financiera coinciden en que empezar a invertir no requiere grandes capitales, sino constancia y planificación. Estos son tres puntos de partida prácticos:
- Empezar con montos pequeños y constantes. Lo importante es desarrollar el hábito: realizar aportes accesibles de forma sistemática permite construir una base de ahorro e inversión sin necesidad de grandes capitales iniciales.
- Diversificar para mitigar riesgos. No concentrar todo el capital en un solo instrumento financiero. Combinar opciones como fondos colectivos, depósitos a plazo fijo, bonos o incluso emprendimientos ayuda a proteger el patrimonio ante variaciones del mercado.
- Buscar información y asesoría confiable. Antes de invertir, es fundamental revisar condiciones, tasas, plazos y garantías. Acudir a entidades reguladas y a asesores certificados ayuda a tomar decisiones más seguras y evita fraudes.
“Invertir no es un privilegio exclusivo, sino una herramienta al alcance de más mujeres para construir un futuro sostenible con seguridad y libertad financiera”, destaca Edgardo Cuéllar, gerente de Negocios Digitales y Marketing del Banco Ganadero, que impulsa programas de educación financiera para facilitar el acceso a herramientas de inversión.
El crecimiento sostenido de la participación femenina en el sistema financiero boliviano muestra que existe un terreno adecuado para seguir ampliando la inclusión financiera. Promover conocimiento y acceso a instrumentos de inversión es clave para que más mujeres fortalezcan su independencia económica y contribuyan al desarrollo del país.