X abre un mercado para vender nombres de usuario inactivos: la nueva estrategia de monetización digital

En su constante búsqueda por diversificar ingresos y retener suscriptores, la red social X ha lanzado una nueva función que promete generar debate: la venta de nombres de usuario inactivos. Bajo el nombre de “X Handle Marketplace”, esta iniciativa permite a los usuarios Premium adquirir identificadores únicos que antes estaban sin uso, consolidando una tendencia donde incluso la identidad digital se convierte en un producto con valor económico
El sistema propuesto por X distingue dos categorías: los “Priority Handles”, que son nombres personalizados disponibles sin costo adicional para los suscriptores de los planes Premium+ y Business, y los “Rare Handles”, conformados por palabras genéricas o de alto valor simbólico, que solo podrán obtenerse mediante subastas o compras directas por invitación.
“X transforma nombres de usuario inactivos en un activo valioso, creando escasez y aumentando el valor percibido del estatus Premium.”
Los precios de estos últimos pueden alcanzar cifras millonarias, según reportes de medios como TechCrunch, y posicionan este modelo como una nueva fuente de ingresos dentro del ecosistema de Elon Musk. Sin embargo, la adquisición no garantiza una propiedad permanente: quienes cancelen o reduzcan su plan de suscripción perderán el nombre adquirido tras un periodo de gracia de 30 días, lo que incentiva la continuidad de los planes de pago.
Más allá de la simple comercialización de nombres, la estrategia de X busca crear escasez digital y aumentar el valor percibido del estatus Premium. Al mismo tiempo, ofrece una solución controlada frente a la liberación masiva de cuentas inactivas, reduciendo el riesgo de bots o de suplantaciones de identidad.

El nuevo mercado de nombres de usuario representa una jugada doble para X: monetizar activos digitales antes desaprovechados y reforzar la fidelidad de su base de suscriptores. No obstante, también evidencia una creciente fragmentación entre usuarios gratuitos y de pago, donde el acceso a la personalización y la identidad digital se convierte en un privilegio exclusivo. Esta tendencia podría marcar el futuro de las plataformas sociales, donde la identidad en línea deja de ser un derecho gratuito y pasa a ser un bien comerciable.