5G en Costa Rica: un año después, conectividad como motor de inclusión y competitividad

Introducción
Hace apenas un año Costa Rica encendió la primera red 5G nativa (Stand Alone) de Centroamérica, un hito liderado por Radiográfica Costarricense (RACSA). Lo que comenzó como un despliegue tecnológico hoy se traduce en una cobertura real que llega a comunidades en las siete provincias del país. Más allá de la velocidad de conexión, el 5G empieza a consolidarse como un pilar de inclusión digital, desarrollo regional y competitividad nacional
Desarrollo
La red de quinta generación no solo se concentra en el Área Metropolitana, sino que ya abarca localidades como Limón centro, Cahuita, Moín, Siquirres, Guápiles, Ciudad Quesada, La Fortuna, San Isidro del General, Grecia, Santa Cruz de Guanacaste, Quepos, Puntarenas y Barranca. Este avance marca un giro importante en la estrategia de conectividad: llevar la innovación a zonas con desventajas geográficas o sociales, reduciendo así la brecha digital.
Grettel Babbar, jefa de Mercadeo de RACSA, ha enfatizado que la iniciativa no busca únicamente desplegar infraestructura, sino promover que actores locales se integren en el ecosistema digital, impulsando economías regionales y mejorando la calidad de vida de las comunidades.
“Costa Rica encendió la primera red 5G nativa de Centroamérica y hoy alcanza a todas las provincias.”
Las proyecciones son ambiciosas. El Ministerio de Ciencia, Innovación, Tecnología y Telecomunicaciones (MICITT) estima que la adopción plena del 5G podría aportar hasta US$925 millones al Producto Interno Bruto de Costa Rica hacia 2035. Esta cifra conecta al país con tendencias globales: PWC prevé que la tecnología sumará US$1,3 billones al PIB mundial en 2030.
Entre los beneficios más destacados del 5G se encuentran:
- Seguridad y resiliencia: garantiza la continuidad de sistemas críticos como hospitales, transporte y energía.
- Inteligencia ubicua: habilita sensores y dispositivos interconectados que permiten tomar decisiones en tiempo real sin saturar la red.
- Sostenibilidad: optimiza recursos, reduce consumos innecesarios y facilita el diseño de ciudades inteligentes y ambientalmente responsables.
En la práctica, esto se traduce en aplicaciones concretas: expedientes médicos digitales con disponibilidad inmediata, monitoreo de tránsito con analítica avanzada, drones para atención de emergencias, y experiencias educativas inmersivas que amplían el acceso al conocimiento.
Conclusión
El despliegue de 5G en Costa Rica no es únicamente un salto tecnológico; es una estrategia de país para democratizar el acceso a la conectividad y fortalecer la competitividad en el escenario internacional. La clave está en que su expansión llegue a todos los sectores sociales y geográficos, evitando que la innovación se concentre en las grandes urbes.
Si las proyecciones económicas y sociales se cumplen, el 5G se convertirá en una infraestructura esencial para transformar sectores como salud, educación, transporte y energía. Costa Rica, con su apuesta temprana y su enfoque inclusivo, se perfila como un referente regional en el aprovechamiento de la conectividad de quinta generación.