Marketing

Pringles transforma el snack en experiencia: lanza su “Once You Pop Mystery Box” con sabor sorpresa y figuras coleccionables

La marca global de snacks Pringles ha dado un giro inesperado a su estrategia de producto y branding con el lanzamiento de su nueva iniciativa “Once You Pop Mystery Box”. Bajo la consigna renovada “Once You Pop, The Pop Don’t Stop”, la compañía combina alimentación, nostalgia y cultura coleccionable para reconectar con públicos jóvenes y buscadores de experiencias.

Cada caja misteriosa incluye dos elementos: una lata con un sabor “misterioso” de Pringles (el sabor real permanece oculto hasta el momento de abrirla) y uno de seis llaveros/amuletos coleccionables llamados “Pringamabobs”, figuras originales inspiradas en el snack —con diseños lúdicos y apelativos que invitan al coleccionismo y a compartir en redes.

La Mystery Box convierte a Pringles en una experiencia, no solo un snack.

Esta jugada representa una apuesta clara por el marketing experiencial y el coleccionismo, tendencias que han demostrado fuerza en la cultura popular global. El componente sorpresa (sabor + collectible) genera expectativa, curiosidad y un sentido de urgencia: las cajas se venden en lanzamientos limitados —drops en fechas específicas— lo que estimula la compra impulsiva y la viralización.

Además, la estrategia aprovecha el nuevo canal de venta directa al consumidor (D2C) de la marca, a través de la tienda en línea oficial y de sus tiendas sociales (Instagram/Facebook Shops). Este canal le permite a Pringles tener control total sobre la experiencia de compra y reforzar su relación directa con los consumidores, sin depender exclusivamente del retail tradicional.

Para la marca, este lanzamiento no es solo una novedad de producto, sino una renovación de identidad: Pringles pasa de ser un snack puntual a convertirse en una marca de estilo de vida, con productos coleccionables, experiencias de apertura (unboxing), elementos de cultura pop y participación digital. En mercados saturados de snacks, esta diferenciación puede ser clave para mantener relevancia, generar fidelidad y activar comunidad.

Pringles demuestra que reinventar un producto maduro es posible con creatividad y juego.

Finalmente, el “Once You Pop Mystery Box” demuestra cómo una marca consolidada puede reinventarse mediante creatividad, gamificación y una lectura atenta de las tendencias contemporáneas. Para marketers, emprendedores y creadores de marca, el caso ofrece una lección clara: incluso productos maduros pueden reconvertirse si se apuesta por la experiencia, la sorpresa y una narrativa emocional.

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