BBVA impulsa la descarbonización aérea con su ingreso al Círculo SAF de Iberia

Introducción
En un contexto global donde la sostenibilidad se ha convertido en un pilar estratégico para las grandes corporaciones, BBVA da un paso decisivo al integrarse al Círculo SAF (Sustainable Aviation Fuel) impulsado por Iberia. Este acuerdo no solo refuerza su compromiso con la reducción de emisiones de carbono, sino que también marca una pauta en la colaboración entre sectores para acelerar la transición hacia una aviación más limpia.
Desarrollo
El Círculo SAF reúne a un grupo de empresas comprometidas con el uso de combustibles sostenibles en vuelos corporativos, entre las que figuran grandes actores como Telefónica, Repsol y Amadeus. Su propósito es claro: reducir el impacto ambiental del transporte aéreo mediante la sustitución progresiva de combustibles fósiles por alternativas de origen renovable. En el caso de BBVA, la entidad prevé disminuir hasta un 30% las emisiones derivadas de sus vuelos corporativos operados por Iberia, un avance significativo dentro del alcance 3 de su inventario de carbono —que abarca las emisiones indirectas generadas por sus actividades empresariales
El combustible sostenible para aviación, conocido como SAF, representa actualmente la herramienta más efectiva para reducir la huella climática del sector aéreo. Su fabricación se basa en el aprovechamiento de residuos orgánicos como aceites de cocina usados o desechos agrícolas, así como en procesos innovadores que combinan hidrógeno renovable y dióxido de carbono capturado (e-SAF). Según estimaciones de la Agencia Europea de Seguridad Aérea (EASA), este tipo de combustible puede llegar a reducir hasta un 80% las emisiones totales durante su ciclo de vida, lo que lo posiciona como una alternativa clave en la lucha contra el cambio climático.
“El Círculo SAF de Iberia marca un antes y un después en la descarbonización del transporte aéreo.”
La ventaja del SAF radica, además, en su compatibilidad con las aeronaves actuales y las infraestructuras aeroportuarias existentes, eliminando la necesidad de costosas adaptaciones tecnológicas. Esto facilita su adopción inmediata y progresiva por parte de aerolíneas y empresas, acelerando el proceso de descarbonización en el transporte aéreo. En el caso de Iberia, el SAF utilizado cumple con los estándares de sostenibilidad establecidos por la Directiva Europea de Energías Renovables (RED II) y proviene de materias primas certificadas, garantizando trazabilidad y bajo impacto ambiental.
Al unirse al Círculo SAF, BBVA no solo busca compensar sus emisiones, sino también fomentar la innovación colaborativa. Este tipo de alianzas entre entidades financieras, energéticas y de transporte permite crear economías de escala, incentivar la producción de biocombustibles y dinamizar la economía circular. Además, la generación de empleo en zonas rurales, derivada del cultivo y procesamiento de materias primas sostenibles, evidencia cómo la transición energética puede generar valor económico y social simultáneamente.
Conclusión
La adhesión de BBVA al Círculo SAF representa más que una acción de responsabilidad ambiental: es un ejemplo de liderazgo corporativo en la era de la sostenibilidad. Al invertir en soluciones reales y medibles para reducir las emisiones del transporte aéreo, la entidad refuerza su compromiso con la descarbonización global y demuestra que la colaboración intersectorial es esencial para lograr una transición energética efectiva. En un mundo donde la neutralidad climática se ha convertido en un objetivo compartido, iniciativas como esta reflejan el poder de la cooperación para impulsar un futuro más limpio, eficiente y sostenible también en los cielos.