Tecnología

Estados Unidos inicia la producción de chips para iPhone, pero Taiwán sigue siendo el líder

Apple ha buscado durante años reducir su dependencia de proveedores extranjeros y fortalecer su producción dentro de Estados Unidos. Con este objetivo, la compañía ha impulsado la fabricación local de chips en colaboración con TSMC. Sin embargo, a pesar de estos esfuerzos, el dominio de Taiwán en el sector sigue siendo incuestionable, lo que plantea un desafío para la independencia tecnológica de la marca estadounidense.

Desarrollo La iniciativa de Apple y TSMC ha dado lugar a la construcción de una fábrica en Phoenix, Arizona, cuya operación está prevista para 2025. Esta instalación producirá chips de 5 nanómetros con tecnología N4, lo que significa que solo podrá fabricar componentes como el A16 Bionic del iPhone 14 Pro y el chip S9 del Apple Watch Ultra 2. Aunque esta medida reducirá la dependencia de la importación, no permitirá la fabricación de los chips más avanzados utilizados en los dispositivos más recientes.

Taiwán sigue liderando la producción de chips de alta gama, lo que obliga a Apple a seguir dependiendo de sus proveedores en este país.

TSMC también ha anunciado una segunda planta en Estados Unidos, diseñada para la producción de chips de 3 nanómetros. Sin embargo, esta no estará operativa hasta 2028, momento en el que la tecnología de vanguardia podría haber evolucionado hacia los 2 nanómetros o incluso hacia procesos más avanzados. De manera similar, se ha proyectado una tercera fábrica destinada a la fabricación de chips de 2 nanómetros, aunque su fecha de inicio sigue siendo incierta y solo se ha confirmado que entraría en operación antes de 2030.

Mientras tanto, Taiwán sigue liderando la producción de chips de alta gama, lo que obliga a Apple a seguir dependiendo de sus proveedores en este país. La diferencia clave radica en la experiencia y la infraestructura que posee la industria taiwanesa, la cual ha perfeccionado sus procesos durante décadas, permitiéndole mantenerse a la vanguardia.

A pesar de los esfuerzos de Apple por trasladar parte de su producción a Estados Unidos, la realidad es que la supremacía de Taiwán en el sector de los semiconductores continuará siendo inquebrantable en el futuro cercano. Las limitaciones tecnológicas y los tiempos de desarrollo en el territorio estadounidense dificultan la posibilidad de una autonomía total en la fabricación de chips. En consecuencia, Apple deberá seguir dependiendo de la capacidad productiva taiwanesa para mantener la competitividad de sus dispositivos más innovadores.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *