Generación X: el segmento silencioso que sostiene el consumo y redefine las prioridades del marketing

En el ecosistema actual del marketing, dominado por la conversación sobre millennials hiperconectados y la Gen Z nativa digital, la Generación X emerge como el segmento silencioso pero indispensable para el consumo en México. Conformada por personas nacidas entre 1965 y 1979, esta cohorte representa un público con alto poder adquisitivo, hábitos digitales híbridos y un rol protagónico en las decisiones familiares, lo que la convierte en un objetivo estratégico para las marcas que buscan estabilidad, lealtad y valor de vida del cliente.
Según el informe “Target Audience: Gen X in Mexico” de Statista, 24% de los consumidores mexicanos pertenecen a la Generación X, distinguiéndose por ingresos sólidos, una marcada responsabilidad multigeneracional y una adopción tecnológica más avanzada de lo que los estereotipos generacionales sugieren. Aunque 38% se ubica en el tercil de ingreso más alto del país, solo 9% se considera en una situación económica “muy positiva”, lo que refleja un perfil racional, cauteloso y orientado a compras que ofrezcan valor real.
La Generación X no busca promesas: busca utilidad, transparencia y valor real.
A nivel de estilo de vida, esta generación privilegia la estabilidad, la honestidad y la seguridad sobre la aspiración o la experimentación. Sus intereses se centran en cine, tecnología, finanzas e historia, lo que favorece estrategias de contenido más informativo que emocional. A diferencia de las audiencias que responden al humor o la viralidad, la Generación X exige claridad, transparencia y utilidad, ubicándose como un grupo más reflexivo y menos impulsivo.
Digitalmente, se trata de un consumidor híbrido: 95% utiliza Facebook, 83% consume YouTube y 66% está presente en Instagram, pero sin abandonar medios tradicionales como radio (62%), televisión (64%) o punto de venta (56%). Esta convivencia entre canales convierte a la Generación X en el segmento ideal para estrategias multicanal que integren contenido en video, campañas display, medios tradicionales y presencia física, maximizando recordación. De hecho, son el grupo que más recuerda anuncios en motores de búsqueda, lo que evidencia su comportamiento racional y orientado a la comparación.
A nivel financiero, la incertidumbre es parte central de su comportamiento de compra: más de la mitad ha reducido gastos en el último año y sus principales preocupaciones son el aumento del costo de vida y la falta de estabilidad económica. Para las marcas, esto significa una oportunidad para posicionarse mediante propuestas de valor confiables, precios competitivos, durabilidad y garantías claras, elementos que esta generación valora por encima de la novedad o el estatus.
La Gen X combina experiencia, capacidad de gasto y adopción digital: el equilibrio perfecto para el marketing multicanal.
La Generación X también destaca por su papel en la toma de decisiones familiares. Es un segmento que sostiene hogares con hijos adolescentes o universitarios, y en muchos casos se encuentra cuidando a padres mayores. Esta dualidad los convierte en decisores clave para categorías como educación, salud, seguros, tecnología doméstica, movilidad, entretenimiento y productos financieros.
Desde una perspectiva estratégica, llegar a la Generación X implica un cambio de narrativa: menos promesas aspiracionales y más mensajes basados en utilidad, transparencia y permanencia. Las marcas que logran conectar con este grupo no solo capturan un consumidor leal, sino también a un líder familiar cuya influencia amplifica decisiones en cadena.
En un mercado polarizado entre jóvenes hiperconsumidores y adultos mayores más tradicionales, la Generación X funciona como el puente invisible del marketing contemporáneo. Con su combinación única de experiencia, adopción digital, capacidad de gasto y fidelidad, se posiciona como uno de los segmentos más estables y valiosos para las marcas que buscan crecimiento sostenido y relaciones de largo plazo en México.
