Gestión del Talento Humano

La generación Z rechaza ascensos y prioriza el bienestar como forma de éxito laboral

Una transformación profunda está ocurriendo en la forma en que la Generación Z (nacidos aproximadamente entre 1995 y 2010) concibe el mundo del trabajo. Las nuevas investigaciones muestran que este grupo está abandonando el viejo ideal del ascenso corporativo como símbolo de éxito, para priorizar en cambio el bienestar emocional, la flexibilidad y el equilibrio vida-trabajo. Según el informe de Deloitte “2025 Gen Z and Millennial Survey”, solo el 6 % de los jóvenes de esta generación consideran que su objetivo profesional principal sea alcanzar un cargo directivo.

El cambio de prioridades es contundente. En lugar de enfocar sus carreras únicamente en promociones o títulos, las personas de esta generación valoran tres factores interconectados: dinero, sentido y bienestar. El informe de Deloitte destaca que cuando los jóvenes no perciben seguridad financiera, su sentido de bienestar y propósito en el trabajo se deteriora. Otra investigación, del portal FitTech Global, revela que el 89 % de la Generación Z estaría dispuesta a dejar su empleo si la empresa no estuviera comprometida con su bienestar.

El éxito ya no se mide por el cargo, sino por la calidad de vida que el trabajo permite tener.

Entre los motivos que explican este cambio figuran los efectos persistentes de la pandemia, el aumento de los problemas de salud mental —ansiedad, agotamiento, aislamiento— y la desconfianza ante las promesas tradicionales del mundo corporativo. Un estudio de Verywell Health encontró que los trabajadores jóvenes de esta generación toman más días por motivos de salud mental que otros grupos etarios. Además, su deseo de trabajar por algo significativo —más allá del salario— está bien documentado: la investigación de Humanitas University señala que muchos “Z” priorizan pasiones, autonomía y tiempo libre antes que ascender por el estatus.

Para las empresas, esta tendencia representa un desafío y una oportunidad al mismo tiempo. Ya no basta con ofrecer un escalafón interno automático: los empleadores deben repensar el diseño del puesto, dar mayor peso a la flexibilidad, al aprendizaje continuo y a la salud integral del trabajador. La capacidad para operar en entornos híbridos, fomentar la autonomía y generar sentido en torno a la labor desempeñada se convierte en elemento clave para atraer y retener talento. Según HRReview, el 75 % de la Generación Z afirma que el equilibro entre trabajo y vida personal es la característica más valorada en su empleo.

La salud mental y el propósito se convirtieron en el nuevo salario emocional.

En resumen, las personas emergentes en el mundo laboral están redefiniendo qué significa “éxito”. Ya no se trata únicamente de ascender, ganar más o ocupar cargos de mando. Hoy, para la Generación Z, triunfar también significa tener bienestar psicológico, un propósito claro, equilibrio y libertad para vivir como desean. Las compañías que comprendan este nuevo paradigma y adapten su cultura corporativa serán las que mejor capitalicen el potencial de la fuerza laboral del futuro.

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