Las instituciones financieras de desarrollo, promueven la inclusión financiera de poblaciones vulnerables desde hace más de 35 años
Según información de Finrural, 574.000 clientes de todo el país tienen créditos otorgados por las Instituciones Financieras de Desarrollo (IFD). De este total, un 65% son mujeres y un 45% viven en zonas rurales.
Las IFD son organizaciones privadas financieras y sin fines de lucro con más de 35 años de experiencia. Su objetivo principal es promover la inclusión financiera al otorgar créditos y ahorros, principalmente a través del modelo de banca comunal que beneficia a personas de bajos ingresos.
Finrural, que aglutina a todas las IFD bolivianas, fue creada en 1993 como una asociación de ONG Financieras que operaban en zonas rurales. En 1999 se amplió para incluir instituciones microfinancieras que también operan en áreas urbanas.
En 2003, las asociadas de Finrural decidieron ser entidades reguladas y se adhirieron a un proceso de autorregulación para cumplir con la normativa. Esto llevó a que las ONG Financieras fueran incorporadas al ámbito de regulación de la Ley de Bancos y Entidades Financieras como IFD, hoy reguladas por la Autoridad de Supervisión del Sistema Financiero (ASFI).
Historia y beneficios de la banca comunal
La banca comunal, originaria de los Andes bolivianos en la década de 1980, es un modelo de microfinanzas que ha sido adoptado a nivel mundial. Se basa en la idea de que las comunidades son capaces de administrar su propio sistema financiero. Este modelo consiste en la formación de bancos informales que pueden acceder a créditos para otorgar préstamos y ofrecer servicios de ahorro, fomentando la solidaridad entre sus miembros.
Después de su implementación en Bolivia, la tecnología de banca comunal se extendió a otros países de Latinoamérica, África, Asia y Europa del Este, obteniendo resultados positivos y siendo regulada en algunos países, como en el nuestro.
En Bolivia, la banca comunal ha sido fundamental para brindar acceso a servicios financieros a personas de bajos ingresos, especialmente en zonas rurales y comunidades remotas. Se basa en la formación de grupos de personas, mayoritariamente mujeres emprendedoras, que contribuyen con pequeñas cantidades de dinero para formar un fondo común y otorgar préstamos a quienes lo necesiten para iniciar o expandir sus negocios.
Inclusión financiera y servicios integrales
Según el gerente general de Finrural, la banca comunal se enfoca en incluir a grupos vulnerables, como las mujeres, y empoderarlos. Promueve la solidaridad, cooperación y acceso al crédito, además de desarrollar capacidades y redes de apoyo. En este modelo, un grupo de personas se reúne para acceder a un crédito, estableciendo sus propias condiciones y reglamentos internos.
El crédito es mancomunado y la responsabilidad de pagarlo es compartida. Cada persona debe tener una actividad económica independiente para formar parte de la banca comunal. Además, estas asociaciones toman sus propias decisiones dentro de la normativa vigente. Los prestatarios reciben servicios integrales no financieros para potenciar el uso de microcréditos y promover su desarrollo humano, económico y social. Estos servicios incluyen educación financiera, gestión de negocios, capacitación técnica, salud y protección del socio a través de seguros.
Tasas de interés y actuales desafíos de la banca comunal
Las tasas de interés en el sistema financiero boliviano están reguladas por la norma ASFI y el Código Civil, y son determinadas por cada entidad financiera según el nivel de riesgo de cada operación de crédito. En la banca comunal, las tasas suelen ser más altas debido al mayor riesgo crediticio, la inflación y los costos operativos de las instituciones financieras, siempre bajo las regulaciones de la ASFI.
Algunas instituciones ofrecen tasas fijas, mientras que otras las ajustan según las condiciones del mercado y la situación crediticia de los prestatarios. En casos de mora o fraudes, las entidades buscan soluciones adecuadas para sus beneficiarios, teniendo en cuenta las necesidades específicas de cada cliente.
Las instituciones de microfinanzas están renovando la banca comunal, incorporando nueva tecnología para ampliar la inclusión tecnológica de los beneficiarios y fortalecer su conocimiento sobre este modelo.