Coyuntura

Servicios financieros y comercio lideran el crecimiento de los tributos en Bolivia

El crecimiento sostenido de la recaudación tributaria en Bolivia refleja un panorama de recuperación económica y expansión de la actividad productiva interna. Según los últimos datos del Servicio de Impuestos Nacionales (SIN), los sectores de servicios financieros, comercio e industria han sido los principales motores del aumento de los ingresos fiscales, con incrementos de hasta el 34% respecto al año anterior. Este comportamiento confirma la resiliencia de la economía nacional frente a los desafíos regionales y subraya el papel de las políticas públicas en el fortalecimiento del mercado interno.

De acuerdo con el informe del SIN, el sector financiero se consolidó como uno de los pilares del crecimiento tributario. En el periodo comprendido hasta septiembre de 2025, los bancos y entidades financieras elevaron su aporte de Bs 3.604 millones a Bs 4.830 millones, registrando un incremento del 34%, equivalente a Bs 1.226 millones adicionales. Este desempeño responde, en gran parte, a la expansión del crédito, la digitalización de los servicios y la estabilidad del sistema financiero, que mantiene su dinamismo pese a un contexto internacional de alta volatilidad.

“El sector financiero elevó su aporte tributario un 34%, consolidándose como pilar del crecimiento fiscal boliviano.”

El comercio, por su parte, también protagonizó un crecimiento relevante. Las contribuciones de este sector aumentaron 22,4%, pasando de Bs 6.181 millones a Bs 7.569 millones, lo que refleja una reactivación del consumo interno y una mayor formalización de las transacciones comerciales. El auge del comercio electrónico y la diversificación de canales de venta han contribuido de manera decisiva a este repunte.

En el ámbito industrial, varios rubros destacaron por su notable rendimiento. El sector de productos de minerales no metálicos creció 43,7%, impulsado por la construcción y la producción de materiales locales, mientras que las sustancias y productos químicos incrementaron sus tributos en 38,8%, impulsados por la demanda de insumos industriales y agrícolas.
Asimismo, la industria de bebidas y la de minerales metálicos y no metálicos registraron aumentos del 27,3% y 30% respectivamente, consolidando su aporte a la diversificación económica del país.

Otros sectores como electricidad, gas, agua y servicios empresariales también reportaron incrementos, aunque de menor magnitud, con tasas de crecimiento cercanas al 10%. Este comportamiento generalizado evidencia que la expansión tributaria no depende exclusivamente de un solo rubro, sino de un entramado productivo que comienza a fortalecerse de manera más equilibrada.


El SIN atribuye este crecimiento a un conjunto de políticas económicas y fiscales implementadas por el Estado boliviano. Entre ellas destacan las medidas orientadas a mantener la estabilidad macroeconómica, la continuidad de los programas sociales y los incentivos a la producción nacional.

Entre las disposiciones más relevantes figura el diferimiento del Gravamen Arancelario para la importación de insumos destinados a las industrias avícola y aceitera, con el objetivo de fomentar la producción local de alimentos y preservar precios accesibles.

“La diversificación industrial y comercial evidencia una economía que se fortalece sobre bases más equilibradas.”

A esto se suman programas de financiamiento sectorial, como el Fondo de Crédito de Apoyo a las Exportaciones (FOCAX), el Fondo de Financiamiento para el Sector Cañero (FOCAÑA) y el Fondo de Capital de Riesgo para Emprendimientos Innovadores (Startup). Estas iniciativas apuntan a estimular inversiones productivas, diversificar la oferta exportable y fortalecer las cadenas de valor con enfoque en sostenibilidad e innovación.

El aumento de hasta un 34% en la recaudación tributaria nacional no solo refleja una mejora en la gestión fiscal, sino también un proceso de consolidación del aparato productivo boliviano. Los sectores financiero, comercial e industrial se han posicionado como los principales impulsores de este crecimiento, evidenciando la efectividad de las políticas públicas orientadas a dinamizar la economía interna.

Más allá de las cifras, el desafío a futuro será mantener este ritmo de expansión sobre bases sostenibles, promoviendo la diversificación industrial, la innovación tecnológica y una mayor formalización del comercio. En ese camino, la articulación entre el sector público y privado será clave para que el crecimiento tributario se traduzca en desarrollo económico y bienestar social.

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